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"VIDA EN PANDEMIA"

Por: LEINY ESTEFANIA GARZÓN 
 

Me enfoque en este tema porque me parece de suma importancia hablarlo, ya que la pandemia  nos lleva a reflexionar que hicimos bien, que no y como mejorar por lo cual salimos de la zona de confort en la que vivíamos. Las crisis siempre han existido pero Dios tiene el control de todo, y él sabe lo que hace, todo lo que sucede deja una enseñanza, la vida en pandemia nos cambió y surgieron nuevas ideas, proyectos, y emprendimientos  que de u otra manera no se nos hubiera ocurrido por lo cual Dios tiene un propósito con cada circunstancia.

VIDA EN PANDEMIA

Autor LEINY ESTEFANIA GARZÓN 

Lugar Duitama

Duración 13:09

Fecha de realización 06/abril/2021

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Observación etnográfica de un servicio de culto

Sábado 6:00 p.m.

El servicio de culto, inicia normalmente a las 6:30 p.m. sin embargo, las puertas del templo se abren más o menos a las 6:00 p.m. eso depende de quien llega primero o, si el pastor decide abrir las puertas. El templo tiene la zona de la congregación en las que están las sillas para los feligreses, un altar que, es una elevación de más de 50 centímetros, en las que hay 4 sillas azules. Los baños están en la parte trasera por la que se puede acceder por 2 puertas. Una escalera al lado derecho de la entrada conduce a la casa pastoral.

Con la nueva situación de pandemia, en la que, el distanciamiento obliga a evitar reuniones masivas, me explican que, normalmente el templo tiene capacidad para más de 150 personas, pero, ahora solo se permite una asistencia de 50 personas, teniendo que, apartar el cupo previamente, bien sea con el pastor o, con el líder del comité a cargo. En este caso con el líder de jóvenes con el que, se envía un mensaje de WhatsApp apartando el lugar.

Soy una de las primeras en llegar, recorro el lugar, observando que, hay en el suelo un indicador de ubicación color azul, sobre el piso de baldosa clara, evidenciando que, se pretende ubicar a la persona asistente el lugar de permanencia durante el servicio. Por cada punto de referencia hay una silla individual separada de otra silla por más o menos 2 metros.

En la parte de atrás del templo están los baños y el punto de basura. Ambos lugares están señalizados, en buen estado y limpios.

Más o menos a las 6:05 p.m. llegan dos personas que, me saludan chocando el puño. Ambos hacen parte del comité de Jóvenes, los que están a cargo del servicio de hoy. Me explican que, tengo que anotarme en una lista, mientras verifican que yo haya apartado el cupo. Me toman la temperatura y la anotan en la lista, junto con mi nombre y número de teléfono. Me explica el líder que así es el protocolo para este tipo de eventos, mientras abre las puertas del templo.

A las 6:10 p.m. llega una pareja de adolescentes que realiza una desinfección del calzado, la toma de temperatura, la inscripción en la lista y el lavado de manos antes de ubicarse cada uno en su respectiva silla. De la pareja, la chica que no supera los 20 años se ubica en un lugar detrás de una mesa de la que saca un portátil que lo prende y lo conecta a un cable que a su vez está conectado a un video Beam. Ella es la encargada hoy de proyectar las letras de las canciones y los versículos de la biblia. El video Beam se ubica en la parte derecha del altar.

Normalmente, los feligreses al llegar al templo, realizan un acto de arrodillarse sobre su silla y orar mientras inicia el servicio. Pero, desde la reapertura del templo, no está permitido arrodillarse, por lo que veo que los que van llegando se sientan y cierran los ojos o, abren su biblia y leen mientras pasa el tiempo.

Desde las 6:15 llegan más personas al templo, generalmente el saludo es de Dios te bendiga. El comité de Jóvenes está conformado por el líder que, es un muchacho de poco más de 20 años y dos chicas. Una de ellas se queda en la puerta, recibiendo a los que llegan, mientras los dos restantes se ubican en el altar. Para la toma de temperatura y la inscripción en la planilla de asistencia, se ha designado a dos chicas de menos de 20 años.

Entre los que llegan, hay 3 jóvenes que se dirigen hacia la parte de los instrumentos y el sonido, que queda al lado izquierdo del altar. En esa zona hay una batería, un teclado, un equipo desde el que se controla el sonido del templo que tiene 6 bafles. Dos Jóvenes, los músicos de la congregación, son los encargados de poner a punto el sonido, ellos se aseguran que los micrófonos funcionen bien, mientras que, el otro joven se asegura que haya un teléfono listo para transmitir. Debido a la pandemia, el servicio de culto se transmite por la página de la congregación de Facebook.

Yo estoy ubicada en la parte de atrás, cerca de la puerta, pero mirando hacia el altar. Tengo una panorámica buena de lo que sucede en el culto. A las 6:32 p.m. con aproximadamente 30 personas se da inicio al servicio de culto. Quien realiza la apertura es una señora de aproximadamente 40 años quien llegó más o menos a las 6:20 p.m. con 5 personas, su familia. Ella se ubicó en el altar y acaba de hacer una señal a los músicos para iniciar con una canción que dice “Como Zaqueo, yo quiero subir a lo más alto que yo pueda, solo para verte mirar hacia mí.” La señora que dirige, es decir que, realiza la apertura, lleva un tapabocas y, utiliza un micrófono de cable. Apenas empieza la canción, la congregación deja de orar o leer la biblia para entonar conjuntamente esta alabanza. Dos feligreses se ponen de pie y cierran sus ojos. Uno, sentado alza la mano derecha.

Una vez finalizada la canción, la hermana (así se dicen entre los feligreses) habla acerca de la dificultad de congregarse e invita a que el tiempo del culto se aproveche de la mejor manera. Invita a la congregación a ponerse de pie y orar para dar la apertura del culto. La oración dura más de 30 segundos y la congregación está de pie, la mayoría cierra sus ojos y ora, mientras que dos niños miran hacia el piso. Una vez acabada la oración, la hermana pide que abramos la biblia en el salmo 47, y 5 segundos después se proyecta el salmo indicado. Al iniciar la lectura, la hermana que dirige lee el primer versículo, mientras que, la congregación calla y al siguiente versículo la congregación lee, mientras ella calla. Esta acción se repite en los 10 versículos del salmo 47. Una vez acabada la lectura, los músicos empiezan a cantar una canción de un ritmo un poco rápido, mientras que, la congregación de pie entona conjuntamente la canción con las palmas. Una vez se acaba esa canción, se entona otra con un ritmo similar para no perder el hilo de la música, así sucede otra vez, varios feligreses cierran sus ojos mientras cantan, otros alzan sus manos. 7 minutos después, las canciones paran y la hermana nos dice vamos a orar por las necesidades, por lo hermanos enfermos y nombra a varios que tienen dificultades de salud. La oración dura 25 segundos.

La recolección de la ofrenda se hace de la siguiente manera. Se ubican dos bandejas al lado del altar y se invita a la congregación a depositar su ofrenda de manera ordenada. Mientras la hermana nos anuncia que, el próximo sábado es culto con un enfoque misionero, llamado “gavillas para Cristo” y que, el día siguiente, van a haber dos cultos, el primero a las 7:30 a.m. y el segundo a las 11:00 a.m.

A las 6:55 p.m. se realiza una oración por el predicador de la palabra quien, será el líder del comité, Nicolás. En este momento prácticamente están ocupadas todas las sillas, o sea que, el cupo está lleno. Entre los asistentes, predominan los jóvenes, entre los 12 y 35 años, 8 adultos, 2 ancianas y 3 niños.

Luego de la oración, el predicador recibe un micrófono inalámbrico al que le pone una espuma y se quita el tapabocas, nos saluda y nos invita a leer la biblia en el libro de San Juan, el capítulo 11, el versículo 1. Una vez leído el versículo, nos sentamos. Se nota que, el predicador está un poco nervioso, porque no se queda quieto. Él viste de traje de tono azul como con verde, una corbata azul claro y una camisa blanca.

El predicador usa dispositivas en power point, en donde están los versículos que va a usar en la predicación. Como en la tercera dispositiva, hay un mapa de Jerusalén. Por lo que veo, la enseñanza gira en torno a Lázaro, aquel que Jesús resucitó de los muertos. También, habla del evangelio según San Lucas, cita una frase de Martin Luther King, habla acerca de las dificultades de la vida espiritual de los jóvenes a quien se dirige diciendo que, “somos los llamados a servir a Dios”. El joven que está en el teclado, empieza con una melodía suave, mientras que, el predicador nos pregunta: ¿Conoces a Jesús? Veo que, hay varios feligreses a los que, seguramente les ha llegado el mensaje, aunque, hay otros que están normal, escuchan, pero no reflejan nada. El predicador no invita a estar de pie, mientras dice que, quizá haya alguien que necesite escuchar a Dios y nos invita a orar.

La predicación, desde el inicio hasta la oración dura 36 minutos. Todos de pie, oramos haciendo énfasis en la enseñanza que nos deja la predicación. Los músicos entonan una canción que inicia: “yo navegaré en el océano de tu Espíritu”. Varios feligreses están llorando, la mayoría tiene los ojos cerrados y las manos alzadas.  El predicador da paso a la hermana que dirige el culto que continúa cantando la canción. Por lo que veo, a varios asistentes les ha gustado el mensaje, no se notan incomodos o cansados por estar casi una hora en el templo.

A las 7:41 p.m. oramos para dar por finalizado el servicio de culto. Una vez se acaba el culto, se os invita a lavarnos las manos ordenadamente. Los asistentes cercanos a mi silla, me saludan de puño con las palabras “Dios le bendiga hermana” mientras me dirijo a lavarme las manos.

7:45 p.m. fin de la observación.

© 2021 Curso Antropología Visual - Docente Uliana Molano - Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD

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