Educación virtual rural en época de pandemia.

Si bien la educación virtual es una estrategia que puede dar resultados positivos aplicada bajo los estándares correctos, se pueden presentar dificultades en algunos casos particulares, como las instituciones que se ubican en zonas de difícil acceso o familias que carecen los recursos necesarios para trabajar bajo esta nueva técnica. Podemos identificar que estos casos se derivan de problemas económicos que se relacionan directamente ya sea con el sistema gubernamental o condiciones familiares, como la falta de acceso a internet o a los equipos necesarios para poder continuar con la educación por medio de la virtualidad.

De la misma manera planteamos el punto de vista de aquellos docentes que deben trabajar en instituciones apartadas que se encuentran en zonas rurales o de difícil acceso, que cuentan con estudiantes que carecen de los materiales y herramientas digitales que les ayudarían en esta nueva estrategia, varias de estas instituciones se encuentran en condiciones precarias gracias al abandono del gobierno por lo cual no son aptas para la nueva propuesta emitida por el gobierno en compañía del Ministerio de Educación llamada “alternancia” que sería de gran ayuda solo si los estudiantes y docentes tuviesen la seguridad necesaria para volver al aula sin que exista riesgo de contagio.

 A esto le sumamos la necesidad de una relación interpersonal: docente-estudiante, que brinda la correcta comunicación, y permite la fácil interpretación de las temáticas vistas en clase, facilitando su entendimiento, comprensión y aprendizaje. Pues la falta de herramientas y equipos convierten la virtualidad en una estrategia de difícil aplicación en estos particulares casos provocando la deserción escolar o un bajo rendimiento académico.