
Transmutaciones del COVID19 en los jóvenes
Por: Ana Sofia Carvajal Pardo
Con la llegada del COVID 19, muchas cosas dieron un giro de 360 grados, las personas empezaron a, lo que llamamos colonialmente, bajar revoluciones, podríamos decir que fue un momento de la vida donde todo se detuvo, y debido esto, se creo el espacio propicio para que muchos se replanteasen su forma de vivir ya que en momentos con este las cosas suelen perder sentido, lo digo porque el ser humano siempre ha estado en la búsqueda de la razón por la cual fuimos creados además muchos filósofos se suicidan por la complejidad y al mismo tiempo la sencillez que conlleva la resolución de esta pregunta, es decir, ¿para que estudias?, ¿para que trabajas?, ¿para que quieres dinero?, ¿Qué quieres en la vida realidad?; miles de estas preguntas existenciales aparecen en nuestra cabeza todo el tiempo, pero como siempre andamos corriendo y compitiendo con quien sabe quien, esas preguntas no se escuchan tan fuertemente como ahora que nos aislamos de todo y todos.
Transmutaciones del COVID19 en los jóvenes
Ana Carvajal
Bogotá
16:36
mayo del 2021
Entonces, partiendo que es natural que el ser humano sea
existencialista hay una “sección” de la sociedad que padece de esto con o sin cuarentena, los jóvenes somos una especie de limbo, porque ya no somos niños al entender las responsabilidades que conlleva tomar una decisión y sin embargo, los adultos no nos creen capaces de tomar cargos importantes porque diversas razones, que somos volátiles, que somos inmaduros, que no tenemos experiencia, etc. Estamos en el medio de todo, donde queremos ser y nos dejan ser, donde dudamos, tenemos muchas crisis existenciales y encima de todo esto, pretenden que respondamos a la pregunta de que hacer con el resto de nuestra vida.
Cuando expongo todo esto, muchas veces me han hecho sentir insegura y lógicamente empiezo a pensar que son bobadas, y que lo que me pasa no es realmente importante, es por ello que en este trabajo quise tratar el tema con una psicóloga, porque aunque hoy en día sigue siendo un tema muy estigmatizado, no encuentro alguien más calificado y que me ofrezca argumentos de autoridad para exponer que verdaderamente los jóvenes tendemos a ser propicios a tener una salud mental desequilibrada, que esta etapa de crecimiento es fundamental para definir lo que será de nosotros en un futuro, que no es un juego el estar deprimido y nosotros no buscamos sentirnos así, con esto quiero transmitir un mensaje no solo para los que se encuentran en esta etapa de crecimiento, que normalmente tendemos a creer que somos los únicos que pasamos por estas cosas y que esta mal, estar mal, ayudarlos a comprender que buscar ayuda en un psicólogo no es para locos, empezar a normalizar el hecho de asistir a una terapia, que los padres no lo vean como una “amenaza” sino como una ayuda para el desarrollo adecuado de sus hijos.
Teniendo presente todo lo expuesto, sumémosle a la ecuación el hecho de que nos confinaron, nos aislaron, y que muchas personas que eran saludables a nivel mental se vieron afectados significativamente, entonces, si los jóvenes de por si éramos vulnerables, la cuarentena afectó todavía mas a la percepción que nosotros tenemos del mundo y consigo trajo muchos factores que acrecentaron la sensación de indefensa, como el incremento de la violencia intrafamiliar, aumento en la tasa de depresión, falta de interés en el desarrollo de las actividades educativas. Si son momentos difíciles para una persona “normal”, para un joven que esta definiendo qué hacer con su vida, se vuelve una catarsis doble el pasar por una situación cómo está, y como mencione anteriormente, muchos todavía tienen estigmatizado el hecho de hablar con un psicólogo y por mas mal que se sientan, no acuden con el ya sea por miedo o por pena; durante todo el documental se resuelven preguntas que se dan comúnmente en los jóvenes con respecto a una terapia, también se explica como influye el pensamiento y crianza por parte de los partes en nuestras personalidades y una breve historia personal, contada de en formato “off” con el fin de invitarlos a hablar, a no sentirse mal por estar mal, y que todo siempre tiene una solución.