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Impacto en el patrimonio artístico y cultural. 

Por: Cristian Felipe Villamil García 

Basado en el tema a tratar quiero hablar sobre cómo ha sido el proceso de una artista frente a como debió afrontar el encierro y la cuarentena, sobre la emocionalidad  mi compañera artista y con la que sé que muchos se podrán identificar, volver a la casi normalidad significa volver a repensarnos muchas cosas entre esas como  juega un papel importante el tiempo y los ciclos de la vida, en como para recomponerse y volver a lo que somos debemos pasar por un proceso, que por supuesto toma tiempo, muchos artistas se vieron enfrascados en no avanzar en sentirnos mal, por no sentirse libres de expresar lo que eran y como a nivel cultural el arte nos ayudó a expresar todos esos sentimientos.

Título del proyecto: Impacto en el patrimonio artístico y cultural - Cristian Villamil

Autor: Cristian Felipe Villamil García 

Lugar: Kennedy, Soacha- Bogotá 

Duración: 14:28min

Fecha de realización: Mayo 2021 

Hablamos de que muchos tuvimos que darnos la mano con nuestro compañero artista para entender las nuevas formas de expresarnos, efectivamente si nos fuimos totalmente impulsados al uso de tecnologías y empezar emprendimientos, porque si efectivamente no es solo ser artista si no el cómo  los demás vivimos de esto y nos dedicamos a lleno, son procesos que  van de la mano de cambios y  de nuevos inicios, pensarlo y observas las situaciones no fue fácil, debimos hablar con los más cercanos para saber cómo nos sentíamos y que podíamos hacer para que la rutina no nos  quitara las ideas.

En este proceso de pensar en los demás y en quienes su vida es 100% una expresión de su ser empecé  con unos amigos a hablar de tener espacios de encuentro en el que pudiéramos sentirnos más cerca y pudiéramos hablar de cómo nos sentíamos, como para algunos era estudiar desde casa, recibir clases presenciales y mantener el orden para no entrar en colapso, otros que s se tuvieron que adaptar al teletrabajo y acostumbrarse a horarios más extensos, a veces era difícil que pudiéramos  concretar estos espacios, pero cuando se daban eran tan liberadores que nos impulsaron a  apuntar nuestras ideas sin dejar pasar el tiempo, nos impulsaban a plasmarlas y nos llevaban a sentirnos vivos aun cuando sentíamos que todo estaba perdido.

Nuestras primeras salidas fueron abrumadoras nos sentíamos inseguros de lo que pudiera pasar, sentíamos que el virus consumía nuestro arte, las calles se sentían diferentes, las expresiones culturales no estaban permitidas, estos espacios también se habían trasladado a la virtualidad, muchas noticias que no eran alentadoras, el volver a encerrarnos nos aterraba, el contacto con nuestros más cercanos significaba peligro, pero podíamos también entender que adaptarse es un proceso, que el ser crítico frente a lo que acontecía era importante y era necesario avanzar, la cultura no se podía seguir perdiendo con el tiempo y con los cuidados necesarios pudimos avanzar, pudimos pensar en estrategias que nos permitieran seguir evaluando cada territorio y como desde el esfuerzo de cada artista ser un comunicador de lo que era el virus, espacios donde ya podemos enriquecernos de cultura, después de sentirnos nuevamente cómodos pudimos entender que más allá de tener nuestras ideas en apuntes y demás es necesario volver a vivir porque de eso se trata la vida es un ciclo y debemos avanzar, todos los días nos levantamos y nos damos cuenta que desde donde estemos podemos generar un cambio cultural ya sea en nuestro círculo más cercano o ya se de territorio y aunque llegue la noche y todo concluya siempre el mundo sigue girando y despierto esperando que podamos ser parte de un cambio. 

© 2021 Curso Antropología Visual - Docente Uliana Molano - Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD

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