A lo largo de mi trabajo en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD me ha sorprendido la profunda diversidad de estudiantes. He tenido alumnos en prácticamente todo el territorio nacional y varios en el extranjero, de todas las edades, etnias, clases sociales y niveles educativos, todos con historias de sus vidas y de sus territorios, historias de familia, de tradiciones, de oficios, de sonidos y sabores.
Cuando me encomendaron el reto de crear el curso de Antropología Visual quise visibilizar las diversidades de nuestros estudiantes a través de un proyecto temático. Durante los años 2017 y 2018 los ejercicios de creación giran en torno a "Somos lo que comemos" donde la comida es un pretexto para llegar al somos, a la diversidad de nuestras regiones e historias.
Cada estudiante a partir de esa idea formuló su propio contexto de investigación, donde abordaron la temática con sus problemáticas, conocieron las múltiples voces de distintos personajes, se enfrentaron a los retos de la investigación y la producción audiovisual.
En este espacio multimedial ustedes tienen los resultados de estas 16 semanas de trabajo. Acá, las apuestas por conocer el cómo somos a través de los conocimientos gastronómicos.
Las historias van desde la Costa Atlántica hasta el macizo nariñense; del mar de Tumaco hasta los Llanos, surca regiones de montañas boyacenses y santandereanas; nos habla del campo y las grandes urbes; de las plazas de mercado y las nuevas tendencias nutricionales. La diversidad unadista de un pequeño semestre de antropología visual en este gran espacio que todos hemos construido con dedicación.
Estimados compañeros antropólogos, docentes, amigos, quiero pedirles que luego de conocer estas historias seleccionen cuáles son para ustedes los cinco mejores por su estructura narrativa y calidad audiovisual. Sé que es una tarea nada fácil.
Para mí, este ejercicio fue muy grato y aprendí mucho de cada uno de los trabajos realizados por el grupo de Antropología Visual.
Gracias
Uliana