Yo me voy a enfocar en el Puchero Santafereño, tradición gastronómica de mi ciudad, cuya receta se trasmitía de generación a generación por medio de nuestras abuelas, bisabuelas y madres a través de la convivencia diaria en la cocina familiar, de esta forma se mantiene todavía. Pero actualmente la tradición de aprender platos típicos de nuestra región se ha ido perdiendo ya que muchos jóvenes hoy en día prefieren aprender recetas que sean rápidas y fáciles de preparar si no es posible comprar comida ya preparada o industrializada. Esto es debido que en la época en la que vivimos estamos el mayor tiempo trabajando o estudiando y es preferible requerir el menor tiempo posible a labores como la cocina y el hogar. la velocidad con la que va la vida moderna no deja tiempo a la mayoría de jóvenes mujeres y hombres para ponerse en la labor de aprender este entre otros platos tradicionales.  
 

Sin embargo, existe cierta esperanza de que se siga manteniendo esta tradición en algunas familias como lo es en el caso de la familia de mi primo Diego Fernando quien aprendió la receta por medio de su propio padre y también de ver como cocinaba nuestra abuela este plato. Mientras mi primo está cocinando el puchero, me va contando anécdotas familiares que se dieron alrededor de este plato, y es que muchas veces el puchero entre otras preparaciones típicas son escusas perfectas para hacer que la familia ser reúna. Diego me sigue contando sobre la preparación mientras su hija Camila de seis años decide acompañarnos, ella saca su cocina de juguete, sus alimentos de juguete y se pone a cocinar mientras escucha las indicaciones que le dice su padre, y es de esta forma como Camila va aprendiendo sobre cómo hacer el puchero, claro está con la imaginación propia de una niña de su edad, añadiéndole nuevos ingredientes imaginados por ella.

   

Y así es la cocina de mi primo, pero cada cocina tiene su propia sazón y su propia historia, por lo que me parece interesante ver las diferencias y similitudes que tiene un mismo plato en diferentes hogares, algo que da variedad y diferentes puntos de vista en cuanto una misma comida tan típica de mi región.

Observando me parece fundamental que este entre otros platos típicos sirvan para recalcar

 valores familiares a través de la comida, conservando así una parte importante de nuestra cultura propia.
 

El termino de puchero proviene del latín “puls” que se refiere a harinas cocidas en agua pasando por el “puche”, este nombre se utiliza en diversos países latinoamericanos y en España, ya que es una preparación cuyo nombre se originó en ese país. Hay otros platos típicos de Colombia que tienen su origen en España como por ejemplo la mazamorra, pero esta es una preparación muy distinta al puchero santafereño con un único ingrediente en común que sería el maíz.

También decidí visitar la plaza de mercado el cual es un lugar principal para conseguir los ingredientes básicos de el puchero santafereño. Este lugar es muy cultural y propio del pueblo popular en donde se vislumbra esencia colombiana en cada rincón. En esta plaza me di cuenta de lo importante que es cada ingrediente individualmente, puesto que son los ingredientes que más utilizamos los bogotanos en nuestra alimentación diaria. Es por eso que me di cuenta que el puchero es un plato donde se reúnen todos los alimentos que más consumimos en mi ciudad a la hora del almuerzo, lo cual hace de este plato un sello característico de mi ciudad.