Candelaria, valle del cauca es un municipio ubicado en el suroccidente de Colombia, la particularidad de este municipio consiste en ser un eje en la producción de caña en la región, la cual es la materia prima con la cual los ingenios azucareros como Mayagüez, rio paila castilla e Incauca, obtienen su materia prima para su producción industrial, así que podemos catalogar a candelaria como un municipio azucarero, pero no todo es dulce en este municipio ya que al estar rodeado solo por caña la afectación por el clima es enorme, las temperaturas son tan extremas y variables que en el decir de la gente “en candelaria no llueve, la lluvia se devuelve a penas viene”, debido a esta particularidad hace que las sensación de calor sea una constante, logrando que las personas busquen formas para apaciguar la sed producto del calor. 
En los años 60 en Jamundí valle del cauca, surge una manera para apaciguar esa sensación la idea vino de una madre para que sus hijo tuvieran algo distinto y sabroso, surge el cholado o cholao, como quisiera nombrarse, esta combinación de hielo, jarabe azucarado de frutas, leche azucarada y fruta picada, es un plato emblemático del pacifico colombiano, “Entre los platos más emblemáticos, se encuentran: pusandao, cazuela de mariscos, ceviches, encocao, pipián (empanadas, tamal y ají), arroz atollao, locro, lapingachos, marranitas y aborrajados, chichas de frutas y hortalizas, cholao, lulada y champús, manjar blanco y bienmesabe”(Cuellar A, 2016:59). 
Este plato emblemático ha surgido en todo el territorio vallecaucano y candelaria no es la excepción ya que en su parque principal se encuentran aproximadamente 6 puestos fijos de venta de cholado y mas de 5 que se mueven por todo el municipio y se ubican estratégicamente en los colegios a la salida de los estudiantes. 
El cholado es un emblema en las personas que vienen por primera vez al valle del cauca y en especial a ciudades o municipios como Cali, Palmira, Jamundí o candelaria, así que hablar un poco más de este producto y de como la interacción del choladero y los comensales en una tarde de fin de semana solo para refrescarse y entablar temas cotidianos. 
“Colombia es un país con un universo de sabores tan amplio que necesitaríamos muchos años y muchos investigadores dedicados de tiempo completo para alcanzar una mediana aproximación al que podría ser el inventario de los productos de sus cocinas, porque eso sí, tenemos muy 
claro que no hay Cocina Colombiana, sino Cocinas Colombianas” (ILLERA C, 2016:2)