Las Arepas Guajiras
En Riohacha, ciudad donde resido, caminando en la mañana por las afueras del hospital de la ciudad, Nuestra Señora De Los Remedio, hay un sector donde se ubican vendedoras de fritos, aquí también tiene espacio doña Zoraida Ipuana, vendedora de arepas guajiras asadas. El hospital se encuentra en la Avenida Los Estudiantes, se le denomina así a esta avenida porque hay dos colegios cercanos; por esto, la mayoría de los comensales o compradores son estudiantes que pasan por el sector. Doña Zoraida, que accedió muy amablemente a que le tomara unas fotos y le hiciera unas preguntas respecto al producto que vende, es una indígena wayuu. Me comentó que el maíz es un alimento indispensable en la alimentación wayuu. Si bien, la arepa no es el plato típico de la comida wayuu, para ellos el maíz es prioridad en la comida del día, porque, además, que es un alimento nutricional, es barato y más fácil obtener al carecer de ingresos económicos.
Los wayuu, que viven en rancherías, el sitio de encuentro familiar para compartir es alrededor de la cocina o un fogón de leña donde cocinan los alimentos, así, es como ellos han trasmitido de generación en generación la preparación de los alimentos. El maíz no sólo lo utilizan para hacer arepas, también preparan mazamorra o frichi (viseras de chivo) con bollo de maíz. De esta forma se alimentan y sobreviven los indígenas wayuu ya que llegar a la ciudad es difícil para ellos. Este tipo de alimento ya no sólo hace parte de la cultura wayuu, sino que, hace parte de toda la cultura guajira. Para comer uno de estos platos tenemos que ir a un restaurantes turísticos o en la arena de las playas de Riohacha donde se pasean vendiéndolo mujeres indígenas.
Doña Zoraida, recordando su vida en la comunidad un poco tímida me cuenta la forma de vivir, en ocasiones es sarcástica. Cree que yo debería saber más sobre su comunidad y forma de vivir, de las cosas que son tan comunes para ella, que estos hacen sin sentirse, verse o creerse diferentes. Aunque tiene un poco de lógica lo que me dice no directamente. La etnia Wayuu es una de las más pobres por la ubicación o el entorno geográfico donde viven, pero, esta es una comunidad abierta, son personas serviciales y humildes. Las dificultades que tienen son motivo de fortaleza. Saliendo del lado de doña Soraida voy a visitar lugares donde preparan este tipo de arepas, y aunque cada lugar le tratar de aportar un toque distinto siempre se mantiene la esencia; según lugares a donde logré visitar.
Mirando de forma distinta el entorno en que me encuentro, voy asombrándome con cosas de la vida cotidiana de este sector del país. Son cosas en las que casi no me fijo, tampoco se me había ocurrido hacer una investigación profunda y mucho menos admirarme de las cosas simple pero particulares que me rodean. En este día salí con una disposición distinta a la de mi rutina y siendo afortunado o teniendo otro punto de vista, logro ver la riqueza que las personas que como doña Zoraida que habitan aquí.
(Rosa Cassiani)
He llegado hasta el negocio de doña Rosa, una mujer Guajira, Riohachera. Estuve ahondando sobre el origen o el conocimiento que tiene ella sobre estas arepas; al igual que doña Zoraida, me respondió que son tradicionales y su mamá se le enseñó la preparación. Cassiani, me comentó, además, que tiene raíces afrocolombianas, parte de su familia se encuentra en San Basilio de Palenque. Aunque la gastronomía de ellos es distinta, de una u otra forma empezaron a preparar estas arepas.
Ella prepara arepas de maíz blanco y maíz cariaco morado y a eso se debe la tonalidad o color oscuro de una parte de sus arepas. Los sabores son distintos, pero las personas no tienen más demanda de una sobre la otra.
Neceando todo el lugar y abusando un poco de la confianza que nos brindó doña Rosa, le saco unas fotos casi a todo. Ella muy dispuesta y sonriente presta atención a todo al momento que me comenta cosas nuevas. Estas arepas guajiras no son exhibidas en vitrinas se mantienen calientes ahí mismo al lado del carbón prendido, a lado de donde las asan. Me dice que las vitrinas son para fritos; dándole así otra categoría a estas arepas.
A lo que me refería con que cada quien le aporta algo distinto al producto, aquí en este punto las arepas, se venden acompañadas de una porción de pollo, para darle otro sabor y un toque más comercial.
Siguiendo el camino por la primera avenida de Sudamérica (denominando así a la primera calle de Riohacha), llegamos a la playa y en efecto nos encontramos a una mujer indígena, que no dio mucha información al respecto, además, que no habla español. A lo lejos se le alcanza a observar una olla en la mano, en ella lleva bollo blanco acompañado de chivo “Frichi”.
Al continuar el camino de la arepa, y analizar, se podría llegar a la conclusión que estas no solo las preparan y consumen en el día, sino, que, aunque llegue la noche hay un nuevo turno que hace relevo al anterior. Otro horario y otro tipo de clientes.
Estos no sólo son espacios de comercialización, sino también de interacción o de encuentros, en los que cualquier grupo de amigos muy a menudo pueden salir a comer y hablar. El carisma del vendedor juega un papel importante, son espacios en los que las conversaciones son abiertas.
Las Arepas guajiras
Por Elkjaed Nessim Maceas
Riohacha Guajira 2018
9 minutos