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Títeres con Jorge Quesada
Isabela Guerrero Wilches:
El proceso de creación de un títere tiene diferentes formas de empezar, una forma es decidir hacer una adaptación de un cuento existente; por ejemplo, El Principito, para este tengo en cuenta los personajes y defino qué personajes usare y que sección del cuento (si lo uso todo o solo una sección). Después de esto, diseño los personajes y los dibujo dependiendo de la técnica de títeres que se vaya a usar (títeres de sombra, de guante, bocones, etc). Defino bien la versión en que usaré los personajes.
Muchas veces se dibuja antes de empezar el proceso de creación, pero muchas veces no todos son buenos dibujantes, en este caso, inicio con el proceso de creación de los títeres de una vez. Primero hago un boceto básico y paso a los moldes, en papel periódico o reciclado. Este molde se lleva a la espuma, en el caso de los títeres bocones, y luego a la tela que sirve como piel del muñeco. Después de tener todas las piezas cortadas, se pega la espuma, se monta la tela y se cosen a mano (pensando cómo se va a hacer el vestuario). Hay algunos proyectos en los que se cose a mano y otros a máquina.
Con otros títeres, como los de guante, también se empieza con un boceto básico y se va directamente al material. Con un bloque de icopor tallo con bisturí retirando las piezas más grandes y con la lija se deja lo más liso posible (que es el proceso más demorado). Se hace los mismo con el rostro, el tronco y las extremidades, para después forrar con papel craft por que se asemeja mucho a la piel. Después se maquilla y se le agrega el pelo, donde uso la creatividad para crear estos elementos con diferentes materiales.
Los títeres son una manifestación del teatro, así como existe el teatro gestual, callejero, y clown; también hay comedia, drama, tragicomedia, y tragedia. El teatro en general funciona como un grupo de personas que han recibido preparación académica, no necesariamente teatro, ya que muchos de los grandes figuras han estudiado otras cosas pero en el proceso se encuentran con el teatro y lo ejercen. En Colombia existen varias universidades (como la Distrital, la Del Bosque, y la Pedagógica) que dictan las artes escénicas como pregrado. Otras personas estudian otras áreas del conocimiento como las audiovisuales pero no lo ejercen porque se dedican al teatro. El teatro funciona como muchas cosas en la vida, con una idea. Hay una idea en la cabeza, y el teatro es el cómo voy a desarrollar la idea. El “qué” es la idea y el medio vendría siendo el teatro, en este caso el teatro de títeres.
Una obra nace de una idea, de la idea se pasa al diseño de personaje y a la adaptación del texto. En este caso se escribe un cuento primero, ese cuento luego pasa a ser un libreto, y después del libreto, esta se vuelve una escaleta. La escaleta es una carta de navegación que dice por donde entra el actor, cuántos pasos da, hacia donde mira etc. Es un libreto muy meticuloso, y aunque siempre se deja espacio para proponer nuevas cosas, ya que la obra se construye también a partir de lo que los actores propongan, procuro darle al titiritero la mayor cantidad de indicaciones posibles. Es como dar indicaciones para llegar a un lugar de forma muy detallada. Después viene el proceso del diseño. Dependiendo del tipo de muñecos, se empieza a construir a la par que se van haciendo las obras, quiere decir que los primeros ensayos se hacen con elementos que sustituyen las marionetas y ya después se hacen los ensayos con los títeres terminados.
Un equipo de trabajo dentro del teatro de títeres está encargado de hacer varias tareas (todos hacemos todo). No hay una especialización en las tareas, lo único que no se negocia es la autoridad y dirección, ya que la obra fracasaría si esto fuera el caso. Todos ayudan con el proceso creativo. Ya en la parte actoral, los actores ponen en escena los que el director dice. Hay compañías que sí funcionan como una fábrica, donde se empieza con los bocetos, se pasan a los que tallan las madera, se lo pasan a los pintores, luego se pasan a los que fabrican los vestuarios, y los que le ponen la varilla, y luego se prueban o se hace un control de calidad. En el contexto colombiano es muy diferente por la realidad económica del país, por esto toca aprender a hacer todo, nosotros mismos armamos los títeres, montamos luces, y nos maquillamos.
En Colombia se podría considerar más difícil ejercer este tipo de trabajo por el prejuicio que hay acerca del trabajo del artista. Hubo un tiempo en el que quería ser artista era una desolación para los padres por los prejuicios sociales y, además, del dinero. En el contexto Colombiano, es difícil, aunque no imposible. Hay un prejuicio del trabajo del artista como ser humano, y hay otro más arriba que es el socioeconómico. En Colombia se invierte muy poco en la educación y por esto mismo se invierto mucho menos en arte y cultura. Las universidades como la Universidad Nacional no tienen facultades para las artes escénicas y comunicación social, las universidades públicas deberían facilitar muchas este tema. Recientemente la Universidad Distrital abrió su facultad de comunicación social. Muchas universidades privadas han construido sus facultades de arte, pero el acceso a estas es más limitado porque la realidad socioeconómica del país no permite que muchos chicos que no tiene posibilidades económicas accedan a estudiar este tipo de carreras. Entonces en este caso podrían considerar el tema del teatro más élite y por eso dejar de hacerlo. Es complicado, pero no es imposible.
El cine lleva más de 100 años existiendo, y se consideró que con el invento de este se moriría el teatro; pero después de cien años, las salas de cine cada vez son menos porque ya hay plataformas para ver desde la casa y hoy en día hay la posibilidad de hacer cine desde la cámara del celular. El teatro, a pesar de los años, aún sigue y la gente va al teatro a disfrutar de la experiencia. No importa en qué realidad económica se haga una obra, la capacidad de asombro de los niños siempre es la misma. Lo que más me marca en las obras, es que los papás también se asombren y se metan en las obras. Muchas veces los niños ven a sus papás reírse y la realidad es que no es muy común verlo ya que en casa no sucede con tanta frecuencia. Estos es un regalo también para los niños, ya que tienen la posibilidad de ver a sus papás riendo a carcajadas y disfrutando de la obra. De las mejores cosas del teatro es que durante esos 50 min. se distraen los niños del televisor e internet. A pesar de todo, los niños se siguen maravillando y sorprendiendo con los títeres. La responsabilidad política de los actores sociales es seguir asombrando a los niños y no dejar que eso se pierda.
El teatro de títeres ha evolucionado muchísimo porque ahora se puede observar en diferentes contextos como en programas y series de televisión. El teatro de títeres ha evolucionado en la forma, pero también entre más sencilla la forma sea de hacer títeres, más capacidad de maravillarse hay. La tecnología no es que no importe, ya que ahora se usan los animatronic para hacer muchas películas y hay bastantes tecnologías que han avanzado, pero a veces es preferible poner una maleta sobre una mesa, abrirla y generar atención y expectativa alrededor de la maleta y luego asomar un muñeco y que tenga casi el mismo efecto que un transformar o un dinosaurio hecho de tecnología.
El teatro no es un proceso industrial, es algo que no es tanto para las masa sino para un grupo de personas con las que se puede interactuar. Por esta razón, es un proceso más artesanal que lo que hace es conectarme con el personaje creado para que después pueda demostrarle al público esta conexión y forma de teatro.
Título. Títeres con Jorge Quesada
Realizador. Isabela Guerrero Wilches
Duración: 15:54 Minutos
Año: 2019
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