top of page

Los canastos de Doña Emilia

Investigando en Málaga Santander y buscando un artesano(a) que me diera o me impactara en el cual pudiera buscar o contar una historia, encontré a doña Emilia.

Una señora de aproximadamente 50 años de edad, madre cabeza de familia, luchadora y emprendedora como la mayoría de colombianas, dedicada a la cesteria quien en medio de todas las dificultades económicas y sociales a logrado mantener esta tradición artesanal por muchos años

Quien por medio de su trabajo, la fabricación de sus canastos, ha sacado a sus Dos hijos adelante, Brayan su hijo mayor ya está en la Universidad y ella sigue tejiendo sus canastos para pagarle los semestres, y Sneider su otro hijo de 9 Años está en el colegio todavía, quien esta aprendiendo este bello pero difícil arte de la fabricación de los canastos, pero que para futuro no se ven trabajando pues ellos saben lo difícil de este arte,  ellos viven en una casa muy humilde pero llena de amor, doña Emilia es una persona demasiado amable, siempre atenta a ayudarme en todo lo que yo necesitaba, desde el momento que la busque y le pedí el favor de documentarle su historia se mostró muy atenta a brindarme la información necesaria.

Título: Manos Maestras

Realizador:  Maria Isabel Balaguera

Duración: 15:15 minutos

Lugar: Málaga, Santander

Año: 2020

El problema de investigación que encontré fue que al analizar  la importancia de la artesanía como producto de arte popular, puesto que quien la realiza es una persona que adquirió el conocimiento al pasar los años y domina el oficio, del cual deriva su sustento, pero es un producto que requiere de canales para su comercialización, las ferias, las festividades, los revendedores en las ciudades turísticas, y como cada vez esta parte cultural se esta perdiendo pues la juventud ya es muy poco lo que le interesa esta clase de trabajo o de arte pues muchos de ellos piensan que es muchísimo trabajo para tan poco pago, además de que la personas prefieren muchas veces comprar una bolsa ecológica que un canasto pues muchas veces el cargar un canasto es símbolo de clase social baja, por ello ella tiene que adoptar otro tipo de trabajo para poder cubrir todos sus gastos de familia.

Doña Emilia me contaba que la gente es a veces muy dura, y muy inconsciente, pues decía que en muchas fincas ella tenía que pagar las cañas muy caras, que muchas veces casi le salían a costo los canastos, y que lo tocaba caminar horas para traerlas y que no podía pagar un transporte porque hay sí que no le quedaba nada de dinero, “ me hecho las cañas al hombro y mi hijo menor a veces me ayuda a cargar y llego molida” a hacer todo el proceso para destillar y sacar las tiras para hacerlos los canastos. Desde el momento que empezó a crear sus canastos me di cuenta de lo difícil del  proceso, ella me contaba que tenía que ir a diferentes fincas a cortar las cañas para poder elaborar sus canastos, cada vez que empezaba a cortar las cañas me decía, “mijita esto es un trabajo duro que más se hace, toca sacar a los hijos adelante porque toca que ellos tengan una mejor vida que uno”, siempre que ella hablaba se me erizaba la piel de escucharla, porque es simplemente admirable su vida, verla a ella trabajando pero siempre con una actitud tan bonita, tan llena de esperanza eso me dio mucha alegría.  Dure aproximadamente dos horas mirándola trabajar, hablando con ella, hasta que en cierto momento ella empezó a sentir dolor en sus manos, le pregunte que le pasaba y ella me dijo, “ esas estillas de las cañas me tienen los dedos hinchados y maltratados”, le pedí el favor de dejarme tomarle una fotografía de su mano y le pregunte porque no utilizaba guantes y me decía que porque no le rendía igual al hacer los canastos, aunque confieso que le tome muchas fotos en todo el proceso de crear los canastos, ame cada canasto que hizo, cada palabra que decía cada enseñanza y ame el amor que le tiene a lo que sus antepasados le dejaron le enseñaron y a lo que ella no quiere por nada del mundo que se acabe, ella tenía mucho afán porque le habían pedido cuatro canastos urgentes y que tenía que hacerlos rápido, porque el trabajo estaba un poco pesado y que tenía que mandarle plata al hijo para Bucaramanga, cuando ella termino de tejer su canasto, le preguntaba que si esos movimientos no le hacían daño que sin no de enfermaba y me contesto que estaba muy enferma que en las noches no podía casi dormir por los dolores en el hombro y en el brazo derecho, los líquidos se le estaban  acabando y le prohibieron trabajar, pero pues eso para ella es imposible porque los gastos de su hogar son bastantes.  Doña Emilia un ejemplo de vida para todos, creo que salí muy nostálgica de esa casa pues muchas veces no valoramos lo que tenemos, doña Emilia un gran ejemplo de lo que somos las mujeres del mundo, luchadoras, las mejores mamás, las que damos todo por sacar a nuestros hijos adelante, las que trasnochamos, reímos, lloramos, pero jamás nos rendimos, Creo que hasta ahora estoy comenzando esta historia y falta todavía ir a   caminar y buscar como ella consigue todos los implementos de hacer sus canastos, como los vende, como consigue sus clientes.

© 2019 by Uliana Molano

bottom of page