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Ráquira, pueblo de ollas
El Municipio de Ráquira, Ubicado en el departamento de Boyacá, es un lugar reconocido como el más importante centro de alfarería del país; denominada como la capital artesanal de Colombia, herencia de sus antepasados indígenas. La arqueóloga Ana María Falchetti considera que “la manufactura de objetos de cerámica ocupaba tal vez el lugar primordial dentro de las actividades de los indígenas de la zona (Ráquira y Sutamarchán). No se trataba tan sólo de una actividad encaminada a satisfacer las necesidades domésticas de cada familia de la región. Se trataba de una especialización de la mayor parte de la población, encaminada a la fabricación de recipientes y figuras de barro, las cuales cumplirían probablemente una función comercial”.
Aunque con el pasar del tiempo el municipio se ha visto sujeto a diferentes cambios socioculturales, debido al desarrollo de la industria, el turismo y el comercio de piezas artesanales, de mismo modo la imposición de nuevas políticas ambientales han hecho necesario modificar las técnicas de alfarería en algunos talleres, ya que hay otra parte de la población raquireña que aun lucha por conservar en parte, las técnicas ancestrales que caracterizan a las tradiciones del pueblo. El presente Video Documental, tiene el propósito de dar a conocer las experiencias y opiniones de la Familia Melo con respecto a su trabajo, mostrar en parte el proceso de recolección y posterior moldeado de la arcilla y por último dejar a criterio analítico, la opinión acerca de la pérdida o conservación de las técnicas y saberes ancestrales de la alfarería en Ráquira.
Título: Ráquira, pueblo de ollas
Realizadora: Jenny Vanegas
Duración: 14 Min
Lugar: Ráquira, Boyacá
Año: 2019
Narración Etnográfica
Ráquira, es un bello municipio con dos accesos; por un lado la vía Tunja y por otro el acceso desde Bogotá, el pueblo recibe a sus visitantes con hermosa vista de arquitectura colonial, esculturas en barro en su parque principal, su palacio municipal y catedral; ubicados a lado y lado de las calles de Ráquira se pueden encontrar cientos y cientos de artesanías comercializadas en su múltiples locales y almacenes cerámicos.
Reconocida por sus artesanías, Ráquira recibe a diario turistas de todas partes del mundo, y la demanda de sus productos es cada vez más vasta, cabe resaltar que esto va fomentando el turismo y la economía del pueblo, Pero a su vez cuando las piezas artesanales elaboradas a mano, de alguna manera perdieron su significado y se convirtieron simplemente en una mercancía, perdiendo sentido la tradición artesanal y espiritual; y la práctica de trasmitir el conocimiento.
En el 2004 la Unesco, hace un reconocimiento a la creatividad y a la artesanía resignificando la tradición cerámica de Ráquira, lo que incentiva y revitaliza la relación entre la cerámica, la familia, la cultura y la tradición, todo esto llama a la reflexión y le da valor desde el punto de vista de la comunidad.
Don Mauricio, dueño del taller Tres coronas ubicado pasos arriba del parque principal, desde hace 40 años, Señala ser artesano, debido a heredarlo de sus padres. Desde la niñez, aprendió el arte de hacer figuras a mano, como campesinas, pesebres, entre otros artilugios tallados con detalle, aunque por mucho tiempo trabajó en esto, debido al poco valor y reconocimiento que se le daba a este tipo de arte se vio en la obligación de aprender a usar el torno para un mayor rendimiento en la elaboración de sus piezas loceras.
Su taller, está conformado por dos líneas de producción, una parte se dedica a la producción en línea de pocillos, los cuales se comercializan de múltiples maneras (como souvenir, para campañas políticas, como decoración, entre otros), y la otra parte es dedicada a la producción de vajillas moldeadas en torno, para uso en casa, para hoteles, restaurantes y cafeterías. De vez en cuando don Mauricio aun talla figuras a mano por encargo, aunque ha manifestado que es lo que el ama hacer, tiene inconvenientes para volverse a dedicar a ello por motivos legados a su condición física, resultado del paso del tiempo. A lado de su hijo Adolfo Melo y su ayudante ocasional en la línea de moldes, William Calderón, mantienen este taller a flote y en especial Don Mauricio se posiciona como uno de los últimos 4 torneros del pueblo y artesanos de obras a mano, quien ha ganado en varias ocasiones premios internacionales por sus creaciones.
Aunque hasta hace un tiempo los artesanos de Ráquira, se veían forzados a acabar con la tradición que tanto caracterizaba al pueblo, por la notable industrialización a la que se veían empujados, por cuestiones de la oferta y demanda de piezas en barro; hoy por hoy hay una luz de esperanza para la conservación de esta tradición ancestral, debido a que para la UNESCO, la creatividad es un componente importante de los pueblos y sus habitantes como patrimonio espiritual, material y su economía, por lo cual han trabajado en reconocimientos a los artesanos y campañas de concienciación acerca del papel importante que poseen en la comunidad.
Los artesanos son de Gran importancia en nuestra sociedad y aunque algunas veces muy poco valorados, su reconocimiento es de vital Importancia, en la formación y sensibilización de los jóvenes con respecto a la educación artística y en la conservación del patrimonio cultural de nuestro país.