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La Sal Hecha Arte

En Zipaquirá, predomina el trabajo artesanal con sal, muchos artesanos trabajan técnicas diversas y ofrecen un sin número de estilos, formas y temáticas. Uno de estos estilos es la talla de la roca de sal, técnica dominada por pocos artesanos y cuyo dificultad y tiempo de elaboración implica una producción menos voluminoso que la producción de piezas hechas con resina. Esto conlleva a que las artesanías hechas de forma puramente manual no lleguen fácilmente a la vista de los turistas en los lugares donde se vende artesanias en mayores cantidades. 

Título: La Sal Hecha Arte

Realizador: Christian Ordóñez

Duración: 11:09

Lugar: Zipaquirá, Cundinamarca

Año: 2019

Narración Etnográfica

Cada mañana, en el municipio de Zipaquirá la rutina constante de las personas marca el ritmo de las primeras horas, sin falta, el ruido de los vehículos y las voces hacen sincronía con el clima frío que despierta en cada ciudadano el ánimo de empezar un nuevo dia. Las calles solitarias  que en la madrugada aguardaban las primeras pinceladas de luz del amanecer, ahora están a la expectativa del recorrido inevitable de los turistas que recorren las calles con sus cámaras y la ilusión de conocer mejor un nuevo lugar.

Sin embargo, las calles ven pocos turistas curiosos y se quedan languideciendo ante la presencia de la colosal hazaña arquitectónica que reposa a más de 180 metros bajo la superficie, la Catedral de Sal. Ubicada en la antigua mina de sal que antaño beneficio a la economía de los muisca que habitaban la región, siendo el punto neurálgico del turismo del municipio y en cuyo núcleo la venta de artesanías de sal, mueven el potencial de turistas hasta su centro, la Catedral acapara la mayoría que llegan al municipio.

Muchos artesanos no tienen la oportunidad de exponer su obra en la mina de sal por los elevados precios del arriendo de los locales y el poco apoyo de una alcaldía indiferente a sus necesidades. Así, los artesanos optaron por exponer sus trabajos en locales comerciales  del pueblo al cual no acude la misma concentración de turistas que la Catedral.

Ronni Martínez es uno de estos grandes artesanos que con su obra ha revivido una tradición y busca un aporte significativo a la cultura de zipaquirá en torno a la talla de la roca de sal. Durante sus más de 6 años como artesano ha elaborado piezas inspiradas en la cultura muisca, su familia, el pueblo, sus pensamientos y sus sentimientos.

En su taller, ubicado a pocas cuadras de la entrada de la mina de sal, guarda sus obras más significativas talladas con el cuidado que sólo él puede brindarle con sus manos. Se encuentra allí sobre su mesa de trabajo, frente a una gran roca de sal y un cincel que maneja con gran destreza para pulir y dar forma a sus ideas en aquel duro elemento. Nos comparte un poco de su vida y el recorrido que lo llevó a convertirse en uno de los más reconocidos artesanos de esta noble técnica. Para él su familia juega un rol importante en su vida , su hija lo apoya en una tienda que administra a pocas calles del taller y que ha convertido en una de las principales vitrinas de su trabajo. Manifiesta que, a pesar de que la economía en torno a la artesanía en el municipio no se mueve mucho hacia el pueblo,  Zipaquirá posee un potencial turístico que puede ser aprovechado.

La duda siempre surge entorno a la opinión de esta situación, en la que los artesanos se sienten vulnerables y poco apoyados por las instituciones públicas, las promesas que se hacen en campañas dejando a largo plazo un sin sabor, como nos expresa Doña Carmen, una artesana que trabaja tejido, su preocupación por la falta de apoyo de las administraciones deja en evidencia la difícil permanencia del legado cultural y artístico del trabajo de los artesanos. 

 

Aun con todas las dificultades que enfrentan, los artesanos, al igual que Ronni, cada mañana al teñir el alba sobre las nubes, despiertan con la ilusión de ver sus obras viajando más allá de las fronteras del mercado local. Siendo puestos en bocas que hablan otros idiomas, esperando que su legado sea más que un souvenir sino el legado material de una cultura que lucha a diario por permanecer en la memoria del mundo.

© 2019 by Uliana Molano

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