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Artesanías Callejeras.
Antes de comenzar el análisis había hablado con mi personaje días atrás y le expliqué que debo realizar una observación sobre artesanías para un proyecto de la universidad llamado “Manos Maestras”, él accede sin problema alguno y me deja observarlo por varios días para realizar la narración.
Ubicado en el paseo de bastidas frente a la playa se encuentra un puesto-taller con collares, aretes y pulseras con diferentes tipos de piedras y materiales; Angello un venezolano de 40 años crea piezas hermosas para los turistas y visitantes de este lugar. Los visitantes elijen las piezas que más les gustan y Angello les da la opción de tomar la pieza tal y como está o si prefieren que sean modificadas como una obra de arte única. Llego a su puesto y hablamos sobre sus artesanías: me dice que aprendió a hacer collares cuando tenía 14 años en su país de origen y con el dinero ahorrado comenzó a viajar por el mundo para conocer las diferentes culturas y aprender nuevos estilos de artesanías.
Los materiales que utiliza son sencillos y que puede conseguir en cualquier lugar: piedras preciosas que colecciona de sus viajes, cuero que consigue en las tiendas de zapatos, metales e hilo; utiliza otros materiales como pinzas y pegantes. Los métodos que utiliza para enrollar el cuero son complejos y artesanales, primero corta los pedazos de cuero lo más delgado posible y los va pegando con un pegante especial (es un proceso que puede durar hasta 4 días) y cuando ya se ha secado completamente utiliza cera de abeja para que obtengan una textura pulida, brillante y circular (este proceso puede durar hasta 3 días porque es repetitivo), para finalizar amarra el cuero a un árbol para comenzar a enrollar y cortar de diferentes largos para hacer pulseras y collares.
Las piedras son talladas y pulidas con lijas hasta obtener las texturas deseadas, algunas son más rusticas, otras son suaves y mucho más detalladas. Para hacer los collares se utilizan metales como cobre o alambre delgado porque son materiales manejables y le permiten hacer enredaderas, flores, mariposas y otros diseños. Para las pulseras utiliza hilo de distintos colores y piedras de diferentes tamaños, los diseños varían y son modificados de acuerdo con el gusto de cada persona.
Los extranjeros se acercan y se siente un ambiente cálido, él les habla sobre las piezas y el valor emocional que tiene cada una, me limito a escuchar las historias sobre como aprendió a tallar piedras y madera, luego adivina la piedra que va con cada persona.
Sus piezas son únicas, cada una cuenta con un diseño propio que no repite piedras o estilo. Las personas que llegan a su puesto se llevan un recuerdo gratis, el objetivo de esto es que la gente se enamore de su trabajo y que conserven una parte de la experiencia, tiempo y dedicación que le pone a sus piezas.
Título: Artesanías Callejeras.
Realizador: Janaína Trujillo Pulgar.
Duración: 13:38 Minutos.
Lugar: Santa Marta - Magdalena.
Año: 2019.
Adopta las culturas de los lugares que visita, ha trabajado con todo tipo de personas y artesanos de Brasil, Argentina, Venezuela y Colombia. Es una persona creyente que trabaja solo, para que no se creen ambientes con envidia o discusiones.
Hablamos sobre las energías, la fe, el clima y las personas con las que se ha topado en su vida y establecimos una buena relación de confianza. Le pregunto sobre cuál es el país que más le ha gustado y sobre su obra favorita y dice que su país favorito es Brasil por las mezclas culturales y que su obra favorita es un collar de colmillo que cuelga de su cuello porque lo hizo junto a sus hijos.
Le pedí que me hiciera un collar único que nunca había hecho y así pasó; mientras él hacia mi collar se acercaban más visitantes al sitio. Conversamos con los turistas, ellos decían que las piezas eran únicas y que de todos los sitios el de Angello era el que más les había llamado la atención, algunos decían que ya habían visto el lugar y les gustaba la manera en que trabajaba y conversaba con las personas, sentían un ambiente bastante acogedor.
Me resulta interesante el cómo un lugar tan pequeño e informal puede atraer a tantas personas, muchos se reúnen solo a escuchar las historias y se llevan siempre un recuerdo material. Angello disfruta de su profesión no solo porque conoce muchas personas, sino también porque la gente admira su trabajo y para un artista esto es mejor que cualquier cosa.
Él no se queda en un solo lugar, él camina, habla con todos, regresa a su puesto, le muestra los collares a los que caminan por la bahía, habla con otros vendedores, regala aretes y pulseras, les enseña a otros como hace su trabajo, habla de sus experiencias y con todo esto vende muchas piezas y crea otras nuevas. Su trabajo es rápido, sus manos ágiles y no demora más de una hora en crear una obra nueva.
Cada pieza creada tiene un valor espiritual según Angello, todas representan sus sentimientos y energía tal como se lo enseñaron, al compartirle sus conocimientos a otras personas se convierte en un maestro que disfruta de su oficio y yo estoy dispuesta a aprender de sus conocimientos y experiencias.
Janaina Trujillo Pulgar.
Artes Visuales.
2019.