
MANOS MAESTRAS, ENCUADERNARTE.
Solo mirando los ojos de don Marco, dueño de uno de los talleres más representativos de su arte, uno se da cuenta de la pasión y el amor que siente hacia su profesión; cuando habla de ello sus ojos le brillan y se pone muy feliz al narrar la historia de cómo, desde hace años, ha venido desarrollando el sueño de tener su taller de encuadernación en pleno centro de Bogotá. Cuenta con emoción como se le dieron las circunstancias económicas para abrir el taller: se asoció con tres compañeros de trabajo, quienes desistieron en menos de seis meses. Como dice el “de las cosas más complicadas que hay es hacer empresa en este país” pero el insistió en su sueño y ya lleva seis años trabajando en este taller con su familia, esposa e hijo. En temporada alta trabajan hasta 15 personas y en temporada baja trabajan 5. Don Marco les ha enseñado a sus colaboradores, así les llama a las personas que trabajan con él, el arte de la encuadernación. Y sigue soñando, sigue soñando con transformar su taller, en hacer un ambiente de café para que los estudiantes de las universidades del sector, que son sus mayores clientes se puedan sentir cómodos mientras esperan a que termine un encargo en compañía de un buen café y de buena música.
Muy amablemente don Marco quiso enseñarme algo de su arte y para esto eligió el proceso de como se hace una libreta. Llegué la mañana de un jueves con cámara en mano y mucha disposición y curiosidad por presenciar este proceso.
Empezamos escogiendo el papel por pliegos, luego lo pasamos por la guillotina con sus respectivas medidas para hacer una libreta de media carta.
Luego se doblan a la mitad por cuadernillos
Título: Manos maestras, encuadernarte
Realizadora: YISETH CATERINE ALVARADO
Duración: 13:03 minutos
Lugar: Bogotá D.C.
Año: 2020
Luego se prensan para que queden bien dobladas, se pasa por una maquina
El siguiente paso es la costura, que fue el proceso que más me gustó, se hace con una aguja capotera y con hilo grueso, se hacen tres agujeros por cada cuadernillo y luego se procede a cocer, don Marco, con mucha paciencia me ayudaba a pasar el hilo por cada cuadernillo. Lo más curioso fue que usan un ladrillo, para ponerle peso a los cuadernillos para que no se vayan a mover las hojas.
Le pedí el favor a Angie, una de las colaboradoras del taller que me tomara algunas fotos haciendo la libreta.
Después de tener todos los cuadernillos cocidos pasamos a encolar, que es ponerle colbon a la parte que está cocida y se deja secando un rato mientas empezamos a cortar el cartón para la cubierta y a escoger el color de la contra portada y el material con el que vamos a cubrir la cubierta
Escogimos una cartulina negra para la contra portada y la cortamos del mismo tamaño de los cuadernillos y procedemos a pegarla.
Procedimos a ubicarla en la máquina de prensa para que pegue bien y perfilamos las hojas en la guillotina
Cortamos el cartón en la guillotina con las medidas de la libreta
Por ultimo escogimos el material con el que queremos la cubierta, había diferentes materiales, él me puso a escoger el que quisiera, fue una tarea difícil por la gran variedad, pero al final me decidí por una tela entretejida muy linda, la cortamos con las medidas de la libreta aumentándole algunos centímetros para dejar espacio para adherirlo al cartón
A continuación, pasamos a redondear las puntas de la libreta y a terminar detalles, como es poner el caucho refilar, y ajustar la portada.
Al terminar todo el proceso don Marco me llevó a su escritorio, le puso la marca del taller a la libreta y me dijo que esa agenda era para mí, que me la obsequiaba y que cuando quisiera ir a hacer más era bienvenida, me sentí encantada y agradecida, ya que este es un trabajo muy bonito, todo el proceso es manual y verlo terminado y tan bello crea una satisfacción, no tuve más que decir gracias y suspirar por su amabilidad. Le pedí una foto de él, pero se negó, me la prometió para cuando culmine el proyecto, así que se las debo, pero aquí una muestra del resultado final de la libreta:
El método de encuadernación tiene sus inicios en la edad media, época durante la cual los monjes enclaustrados en sus monasterios eran los encargados de copiar y encuadernar los libros, con el propósito de conservar el conocimiento de culturas pasadas. De alguna manera, por todos los elementos que rodean el proceso de encuadernación artesanal, la encuadernación es un ejercicio como de transportarse en el tiempo. En estas épocas modernas, la llegada de la industrialización eclipsó gran parte del trabajo artesanal y los libros requirieron de un trabajo más pragmático y eficiente para cumplir el crecimiento exponencial de la demanda. En la actualidad, el vertiginoso avance de nuevas tecnologías, ha logrado que el material escrito en un medio físico como el papel pase a un segundo plano, poniendo en riesgo la conservación de los métodos manuales tradicionales de encuadernación.