¿A que juegan los niños del Pencal?
Gina Paola Pardo Diaz
Es interesante la variedad de juegos que los niños conocen, alguna vez escuche el juego de las pastillitas de colores, y ser por unos momentos ángel o demonio, una de las razones por las que no frecuentaba estos juegos cuando era niña es que me consideraba lenta para correr y dentro de mi siempre estaba el temor en ser la primera que atraparan, creo que me iba mejor jugando a las escondidas. Con ellos me volví a divertir como niña, ya casi no recordaba esa epoca, tambien recorde los conflictos que se suscitaban cuando alguien hace trampa, o alguien juega brusco, y recuerdo bien cual era mi rol en todas esas discusiones, era la pacifista, igual me sucede con ellos, soy la que les está diciendo que se deben disculpar, darse la mano, olvidar , aceptar y todas estas cosas que pretendo enseñarles.
Autor: Gina Paola Pardo Diaz
Título: ¿A qué juegan los niños del Pencal?
Lugar de realización: Vereda del Balsillas Pencal
Año: Diciembre 2021
En Mosquera, frente a la laguna la Herrera cuentan con un espacio comunal al que llaman acción comunal y está a cargo de la presidenta de la junta, nombrada por voto popular. La presidenta de la junta es la encargada de administrar los recursos y asegurarse del aprovechamiento del espacio. Este es el único espacio donde pueden encontrarse y compartir, pues por tratarse de una vereda no hay posibilidad de otro espacio pues están en en la falda de una montaña frente a la laguna. Una montaña que está siendo minada por las constructoras, a diario por la carretera destapada pasan tractomulas, tractores, volquetas, camiones entrando y saliendo, comiéndose la montaña lentamente. Estas familias cuentan con los servicios básicos como agua y luz y en miras de obtener el servicio de internet a través de una fundación. Su forma de vivir es muy sencilla, en casa todavía se cocina con leña, tienen alberca para lavar la ropa, con la posibilidad de criar gallinas y conejos en su casa. Al estar tan alejados del pueblo, el epicentro cultural carecen de una buena oferta cultural.
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Realmente el ambiente es muy familiar, los niños expresan mucho cariño y en también demandan afecto y cuidado por parte de los adultos, con esto quiero decir que se encariñaron fácilmente con migo, fue suficiente para ellos que aceptara ponerme a su nivel y dejar que ellos propusieran la actividad y aceptar jugar con las reglas que ellos conocían para cada juego y de esta manera la relación se fue estrechando. El nivel de confianza es muy bueno y se abren fácilmente cuando uno como adulto ha eliminado esa brecha generacional que nos impide disfrutar tanto como ellos. No se porque a la hora de formar equipos me querían para su equipo cuando aún siendo adulta siento que soy la más lenta, incluso más que todos ellos, tal vez pudiera competir al nivel de los más pequeños si de velocidad se trata.
He pensado que considerando el problema medio ambiental que se ocurre en su propia comunidad con el tema de la explotación de la montaña, incluso con la amenaza de extinción que hay sobre la laguna a causa de la cría de ganado y la contaminación entre otras cosas una manera de ayudarles a apropiarse de ese espacio que les rodea y ayudarles a prever cómo estos problemas medioambientales pueden afectar o están afectando a la comunidad.
Jugar con ellos, saber cuáles son esos juegos que más comparten, me dio la posibilidad de conocer la verdad de cada uno, pues es real que en el juego se está libre de preocupaciones, estamos relajados, podemos ser más nosotros mismos, en el juego se puede reconocer las habilidades de cada uno y sus debilidades. En el juego cada uno tiene un rol, en el juego hay un disfrute total del momento presente y por ello se que cada uno es como se muestra en el juego, por ejemplo me pasó en un juego que yo había sido raptada por la tribu enemiga y un niño grande me salvo de dicho secuestro jalandome de una pierna, arrastrándome por una cancha de cemento, lo bueno es que el niño se excuso y me dijo antes de hacer, disculpeme por lo que voy hacer pero es la única manera, al niño lo apodaban chontaduro, no se porque y así como el cada uno tenía su apodo. Lo más importante de este compartir con ellos es entender que la precariedad no está en lo material que no se tiene, la precariedad está en no saber aprovechar lo que se tiene o no darle el mejor uso , con esto quiero finalizar remarcando el lugar donde viven, el problema medio ambiental de este lugar y lo que ellos podrían hacer como comunidad aunque el tema sea darles herramientas para el libre desarrollo de su identidad y el desarrollo de habilidades para enfrentar la frustración, indudablemente esto del empoderamiento les llevaría también a una apropiación de su territorio y al máximo aprovechamiento de los recursos de los que disponen.