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Rebelión cultural

Angie Paola Rincones

Este documental presenta el cómo la banda Watchmen, del municipio del Patía, se reúne para realizar sus respectivos ensayos o lluvias de ideas, acompañado de algunos clips de sus músicos y sus palabras.

Autor: Angie Paola Rincones

Título: Rebelión cultural

Lugar de realización: El Bordo, Patía, Cauca

Año: 2021

Desde hace más de tres años conozco a mi novio Ismael, él viene de un pueblo del sur del Cauca, específicamente del valle del Patía, llamado El Bordo. Está ubicado en una zona guerrillera y sus calles son peligrosas, muchas personas están armadas. Estas problemáticas han contribuido a desarrollar un ambiente de droga y narcotráfico, de ignorancia y mala educación, en el cual la música que se escucha en cada cuadra es corridos, cantina o reggaetón; pura música popular. En medio de todo esto, Ismael junto con otros jóvenes de la región, armaron a modo de rebelión contra el pueblo y afán de expresar sus gustos diferentes, una banda de rock. Esta banda empezó como algo para pasar el rato y molestar a los vecinos a quienes no les gustaba, pero poco a poco se fue convirtiendo en un proyecto serio que empezó a sonar en las cabezas de la gente un poco más culturizada, logrando conseguir un lugar público para ensayar y tocar en escenarios importantes del municipio. En torno a la banda, se comenzaron a reunir niños interesados en los tipos raros y en lo “chévere” que sonaban las guitarras, a quienes cuando ya fueron muchos, se les propuso si querían aprender a tocar, estos muy emocionados aceptaron y se fueron a sus casas a contarles a sus papás. Así empezó el proyecto de enseñar música y a tocar instrumentos por parte de la banda, el cual se mantiene hasta ahora los fines de semana. Así es como este grupo de jóvenes tratan de lidiar un poco con la falta de cultura del lugar que habitan y expresan el cómo no están de acuerdo y no se dejan llevar por lo que el pueblo piense que está bien.

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Ellos son “Watchmen”, llamaron así al grupo porque la mayoría de los miembros son o alguna vez fueron celadores en el pueblo, Kevin (en la guitarra 1) y Esteban (en la guitarra 2) aún trabajan por las noches cuidando las calles de El Bordo, cabecera municipal del valle del Patía, municipio del departamento del Cauca. Por su parte, Cristian, alias Cristo, (en el bajo) fue guardia de seguridad en un Hospital. No se fijan mucho en esta coincidencia, lo único que en un principio los unió fueron las ganas de hacer música diferente en un ambiente en el cual solo se escucha despecho, reggaetón y música popular por defecto, siempre juzgados
por las personas de alrededor y sin prestar atención a lo que dicen las malas lenguas, como satánicos o escandalosos, aun después de tantos llamados de la policía y de que incluso el alcalde mismo les fuese a pedir que se callaran. Aquí es donde entra Ismael (voz), el líder del grupo, nunca celador pero siempre desvelado, un pastuso hijo de papi y mami que tuvo que pasar su infancia y toda su colegiatura en este pueblo y nunca se adaptó, no quiso tener que volverse uno más, por tal razón empezó a buscar personas con el rock en la sangre, que por la represión del pueblo nunca se atrevieron a sacar el arte que tenía por dentro, hasta que en el día menos pensado el celador de su calle lo escuchó ensayando el solo de “since i’ve been lovin’ you” y a la madrugada, yéndose al colegio, el celador aún sin cambiar de turno le dijo “Toca bueno la guitarra, yo también ahí medio toco”. Desde entonces empezaron a juntarse para sacar canciones a dueto hasta que se encontraron en una presentación en Patía con Johnatan, ex miembro irremplazable baterista de Watchmen (Entonces Efecto Invernadero), quien tocaba los cueros en la chirimía de Patía y enseñaba a los niños, este les dijo “A mí me gusta el rocksito pero acá eso poco sale”. Así empezaron a viajar 3 veces por semana a Patía (10 minutos hacia el Bordo) para ensayar con Johnatan con la batería de la iglesia. Ellos fueron los 3 miembros fundadores a quienes al ver lo bien que sonaban se les fueron uniendo más personas que iban y venían por cuestiones de trabajo o estudios fuera del pueblo, como el caso de David, alias gato, primer bajista pero nunca constante. Ahora la banda está un poco más establecida con Jhon Alex como nuevo y oficial baterista. Así es como estos muchachos están haciendo arte y expresando la paz y la cultura por medio de la música en un contexto tan cerrado, tanta ha sido la hazaña que han sido contratados para presentarse en las ferias del Bordo, presentaciones que han sido pagadas. Conozco a estos chicos porque Ismael es mi novio, al cual conocí en Pasto, él me ha llevado al pueblo y me ha contado esta historia. Simplemente me dediqué a observarles ensayar y el proceso que esto significa, el cual empieza desde cuadrar un horario cómodo para todos y transportar los instrumentos a la casa de la cultura municipal, ya que este ha sido el único lugar en donde no les han puesto tanto problema por hacer su música. Aquí solo guardan la batería y un amplificador, todo lo demás lo trastean en cada ensayo. Los chicos tienen un proyecto aparte que surgió como idea por la banda. Este consiste en enseñar música a los niños y jóvenes de la región, sobre todo inculcarles el folclore patiano que se estaba perdiendo, con clarinete y violín. El proyecto fue surgiendo y ahora en la casa de la cultura se ha adecuado un salón para este fin, porque es un proyecto apoyado por la alcaldía. Sin embargo, para sus ensayos no utilizan el cuarto si no un pasillo trasero del establecimiento, donde nadie los ve, ya que este fue el lugar que les asignaron en un principio y le tomaron cariño, dicen que de ahí es de donde vienen y no les interesa salir, que solo hacen música por diversión, para desestresarse y curar el alma, y que esto es lo que quieren inculcar en los niños a los cuales enseñan, la música es un medio de escape, si ya les gusta demasiado pueden dedicarse a ella. La banda llega al sitio y se acomoda, afinan sus instrumentos y mientras tanto empiezan a salir los niños que entrenan basketball en la cancha del mismo establecimiento, al ver que watchmen va a comenzar el ensayo se quedan un rato observándolos. Los muchachos afirman que esta es una satisfacción grande porque en los niños es en quien se debe inculcar la buena música, que los adultos ya no tienen remedio, pero que si sigue así, van a poder ver una generación de jóvenes más entendidos y que hagan sus propios proyectos musicales. Mientras se organizaban John Alex se da cuenta de que le hace falta el pedal del bombo de su batería, no lo encuentran por ningún lado y llaman al celador, esto es algo frecuente, ya que al dejar las cosas en el establecimiento, el cual es público, muchas personas tienen acceso, al final todo se solucionó al enterarse de que el profesor de chirimía lo había tomado prestado, lo fue a dejar y procedieron a instalarlo. 

 © 2021 Creado por Uliana Molano y estudiantes del curso Antropología Visual con Wix.com

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