Investigación y fotografía realizadas por: Angy Nataly Martínez Yopasá (2023)
Martínez A. (2023) Fotografía Mural No somos territorio de guerra
Nombre oficial de la obra: No Somos Territorio de Guerra
Otros nombres: N/A
Tipo de obra: Mural o grafiti
Función: Denuncia social
Dirección o localización: Bogotá D.C., Bogotá, Localidad de Suba, Barrio Casa
Blanca, Av. Suba entre Carrera 84 y 84 C,
Costado Sur - Norte
Tipo de emplazamiento: Avenida
Dimensiones de la Obra: 30m x 3.5m Aprox.
Autores: Colectivo Gallinas Furiosas en colaboración con Toxicómano
y otros artistas no identificados.
Fecha de elaboración: 2021
Fecha de inauguración: Primer semestre 2021
Materiales: Pintura vinílica
Técnica de manufactura: Grafitismo
Mapa de ubicación
Descripción del lugar donde se ubica la obra:
El lugar donde se encuentra ubicada la obra es un muro que delimita un corredor vial de un deprimido de la Avenida Suba, en el cual existe alto flujo vehicular. Se encuentra muy cerca de la estación de Transmilenio 21 ángeles y justo al frente del puente vehicular donde transitan los servicios troncales.
Contexto histórico de la obra:
Este mural se gestó debido a los diferentes sucesos inherentes al estallido social en Colombia, provocado por el inconformismo existente hacia las políticas y manejos del Gobierno de Iván Duque, así como las diferentes acciones llevadas a cabo por fuerzas públicas como el ESMAD y la Policía que vulneraban la condición de los ciudadanos, especialmente de la mujer.
Biografía del autor:
Gallinas Furiosas es una colectiva feminista que surge en 2021, la cual promueve la juntanza femenina y la pintura como voz de protesta ante la violencia de género. En sus propuestas conmemoran a las víctimas de esta violencia y ponen en evidencia su inconformidad con respecto a cómo el cuerpo de la mujer ha sido durante siglos territorio de guerra
Soporte pictórico: Concreto
Componentes escultóricos: No posee elementos escultóricos
Análisis iconográfico:
Martínez A. (2023) Fotografia Mural No Somos Territorio de Guerra - Detalle
Este mural se realiza a partir de la frase “No somos territorio de Guerra” escrito en letras negras, grandes, anchas y muy visibles. En los espacios de las palabras se muestran algunos rostros de mujeres: una afro, una indígenas y una con moretones en su ojo, víctimas de violencia de género en el país. En la mitad del mural se encuentra un casco de un miembro del ESMAD con placa 151486, sobre el cual se posa un chulo, el cual se asocia con la muerte y las acciones violentas y desmedidas de esta institución contra la ciudadanía. El fondo de este mural es fucsia y tiene algunas hojas distribuidas como espacio negativo, las cuales hacen referencia al vinculo de la mujer con el territorio.
Análisis iconológico:
El mural No Somos Territorio De Guerra alude a la condición de la mujer como víctima primaria en los diferentes conflictos sociales que han existido a lo largo de la historia, puntualmente en Colombia, en zonas urbanas, ruares, aisladas y vulnerables, asociados también a los hechos de violencia de género que tuvieron lugar durante el estallido social a manos de integrantes del ESMAD. Surge con intención de protesta y reivindicación de la condición y los derechos de la mujer en una sociedad en la que han sido vulnerados constantemente. Por otra parte, también incluye la imagen de mujeres indígenas y afrodescendientes que han sido víctimas de discriminación, develando su situación. El hecho de que el texto que se encuentra escrito esté en mayúsculas, con negrilla y muy visible es un llamado, casi a gritos, hacia la justicia social y de género
Apropiación social de la obra:
Esta obra representa los anhelos de las mujeres colombianas de que sus derechos sean respetados y que su cuerpo deje de ser territorio de guerra. Entre los años 2020 y 2021, fueron visibles casos de acciones desmedidas de violencia por parte de fuerzas públicas como el ESMAD contra algunas mujeres en medio de las manifestaciones provocadas por la pandemia, las políticas sociales y acciones en contra de la población. A partir de estos acontecimientos, se gestaron diferentes movimientos que han levantado su voz contra estas situaciones que consideran injustas y que vulneran sus derechos. El mural genera vínculo con diferentes sectores sociales, al ser aludir a situaciones que de una u otra forma todas las mujeres hemos tenido que vivir. Algo importante que resaltar es que el mural ha sido poco vandalizado, tal vez por el mismo impacto del mensaje que transmite.
Estado de conservación: Regular
Afectaciones indirectas (Entorno)
En cuanto afectaciones indirectas no se encuentra ninguna relevante.
Afectaciones directas (sobre la obra)
1. Humedad
2. Polución
3. Excrementos
4. Vandalización a través de grafiti
Descripción daños
Se puede evidenciar que el mural fue vandalizado de forma mínima a través de grafiti en diferentes partes de su extensión. Por otra parte, por cuestiones de humedad, exposición a la luz y al agua tiene algunos sectores en los que la pintura se levantó. También se encuentran rastros de polución y orina de animales que afectan la visibilidad del mural.
Recomendaciones
1. Realizar la limpieza de la superficie para limpiar polución, orina de animales y algunos hongos generados por la humedad
2. Realizar mantenimiento periódico al mural que involucre limpieza de la superficie, retoques a la pintura, a través de personal calificado.
Iluminar el emplazamiento
Fotografías estado de conservación
Martínez A. (2023) Fotografías Detalle - Mural No Somos Territorio De Guerra
interesante ver como el muralismo ha servido como denuncia social, y hay gente que lo mira como museo callejero, yo me cuento entre uno de ellos, sin ser apáticos a la verdad oculta y acontecer nacional, muy bello¡¡, admirable¡¡ Felicitación sincera amigos..