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Foto del escritorMelba Rocío Real O.

La Rebeca

Actualizado: 10 dic 2020


Tipo de emplazamiento:

Avenida

Descripción del lugar donde se ubica la obra:

Se encuentra ubicada en una plazoleta de la vía peatonal entre un cruce de avenidas. Cerca al Hotel Tequendama, el Planetario Distrital y la Plaza de Toros, edificios de apartamentos, centros culturales, oficinas y complejos administrativos como el Centro Internacional de Bogotá.

 

Fecha de elaboración:

Se presume que en el año 1926

Fecha de inauguración:

19 de julio de 1926



Contexto histórico de la obra: Se atribuyó por error su elaboración al artista Buriticá.

Fue traída a Colombia y vendida en 500 pesos por una empresa marmolería italiana de Tito Ricci, que se ubicaba en inmediaciones del Cementerio Central en Bogotá, donde reposan obras de la misma. Por iniciativa del presidente Pedro Nel Ospina y el ministro de Obras Públicas Laureano Gómez en el año 1926 se ordenó la remodelación del Parque del Centenario, que fuera inaugurado el 24 de julio de 1883 Los planos y la dirección de la remodelación fueron encargados al ingeniero y arquitecto Arturo Jaramillo Concha y Roberto Martínez Romero, quienes diseñaron un espacio con fuentes ornamentales elaboradas por la Marmolería Italiana, diseño de jardinería con prados, camellones, palmas y árboles. La verja de hierro que rodeaba el parque fue abolida, se instaló un nuevo sistema de alumbrado público y en este escenario se instaló La Rebeca y la Fuente de Neptuno. En su pileta nadaban gansos y patos y al fondo le hacían compañía Monserrate y el templete del Libertador, hoy ubicado en el Parque de los Periodistas. Igualmente, en el lugar se podían ver bustos de Juan José Rondón, Atanasio Girardot y José María Córdoba, elaborados por Francisco Antonio Cano en 1926, y dos esculturas de un “niño con un delfín o un cisne” y 16 sapos que botaban agua por la boca” (El Espectador).

En el año 1949 el parque fue destruído para dar paso a la carrera décima y dar ampliación a la Calle 26, “La Rebeca fue trasladada 20 metros al occidente, en el año 1958, a un espacio sobrante que el alcalde Mazuera delegó para ella. Una decisión que indudablemente le trajo como consecuencia la indiferencia, (El Espectador).


Autor:

Luis Luccineli, de la Marmolería italiana Tito Richi de quienes se conoce trabajaban en el área del Cementerio Central

En ese entonces costó 500 pesos.

Biografía:

Equivocadamente su elaboración fue asignada a el artista quindiano Buritica, “mientras, otra familia de apellido Ricci lleva años tratando de hacerle saber a todo el mundo lo que su tradición oral había conservado durante tres generaciones: que La Rebeca tenía que ver más con ellos que con el artista quindiano. Sin embargo, no tenían documentación que certificara lo que bien sabían. La abuela, Margarita Ema Venturoli, al quedar viuda de Tito Ricci y contraer segundas nupcias, quemó todo, incluidos los registros del negocio del “Nono”: la Marmolería Italiana”, (El espectador).

Dimensiones de la Obra:

Escultura, 2,10 x 1,60 x 1,10 metros

Imagen de la fuente, 1,08 x 1,72 metros de diámetro.

Materiales:

Mármol de Carrara


Análisis iconográfico:

Formalmente se remite a la escultura neoclásica, busca la proporción y el equilibrio. Está conformada por dos piezas: la mujer y la fuente de Neptuno. La estatua está representada arrodillada, en la mano derecha tiene un ánfora y en la izquierda una concha marina en posición de recoger agua del estanque. La base está adornada con flores de loto.

Análisis iconológico:

Representa la incursión del desnudo artístico en el espacio público de la ciudad, lo que le hace revolucionaria para su época. Su temática religiosa desde la visión cristiana en contraposición con la de la fuente de Neptuno, integra tanto mitología como religiosidad de dos espacios opuestos en la historia de la humanidad, por lo que se le observa desde una visión incluyente y moderna a pesar que fue inaugurada en un evento nocturno, para no llamar la atención.


Análisis simbólico:

Hace alusión al dios griego Poseidón y a la esposa de Isaac “Rebeca” quien da de beber al hombre y sus camellos como símbolo de belleza, humildad, servicio, delicadeza y dedicación. Su nombre siginifica "la más bella".

De este modo la Bogotá de antaño se enfrentó ante una situación que rompería paradigmas morales.

Es la pieza de mármol tallada más grande que existe en la ciudad.

Apropiación social de la obra:

En los años cercanos a ser ubicada en el espacio público del Parque "El Centenario", las personas solían hacer uso frecuente de los lugares de esparcimiento, además de acostumbrar visitar "las novedades" que rompieran con su lenguaje visual cotidiano como muestra de interés por los cambios arquitectónicos, los emplazamientos artísticos y en general las nuevas decisiones viales y de infraestructura que modificaban y embellecían la ciudad. Fue así como se convirtió en símbolo emblemático del crecimiento y desarrollo de la ciudad a inicios del SXX.

Para los años ochenta solía ser acompañada por niños habitantes de calle conocidos como "gamines", en el tiempo en que los derechos de los niños y niñas no era un asunto de interés social, moral, ni estatal, pese a la existencia de oficinas de protección y amparo para este tipo de población, quienes huían de sus casas debido especialmente al maltrato familiar o en casos fortuitos a la inexistencia de adultos responsables a cargo de los menores. Para ese entonces estos habitantes, que solían agruparse para fortalecerse unos a otros hacían uso de la fuente de la Rebeca para hacer uso de su agua en la toma de sus baños.

Con el surgimiento y de la apropiación a la propuesta social, la Rebeca, ubicada en un lugar estratégico, sirvió como referente que precedía los encuentros de los manifestantes en cercanías al Planetario Distrital y a la Plaza de Toros La Santa María de Bogotá.


Lugar de paso entre cruce de vías, ya no goza con el esplendor de los visitantes que casi religiosamente frecuentaban el centro de la ciudad los fines de semana, para dirigirse a zonas como la histórica Candelaria, o Los Mártires, que gozaba de especial belleza arquitectónica o con el paso del tiempo para acudir a los ahora inexistentes Teatros donde se proyectaban películas, como el caso del Cid, El Embajador o el imponente y precursor Teatro Olympia.


Con el surgimiento de las Ciclovías y el crecimiento de la ciudad "La Rebeca" empezó a recibir visitas de mayor cantidad de transeúntes, entre los que también se encuentran manifestantes que proceden de ubicaciones que van desde la Calle 26 o la Carrera 13 dirigiéndose normalmente hacia la Plaza de Bolivar, quienes se hacen en sí mismos una posible amenaza de deterioro por causas directas a la pieza, ya que ha sido anteriormente rayada y los alrededores grafiteados.

Infortunadamente el crecimiento de Bogotá y la pérdida de sentido de apropiación de los ciudadanos le han afectado, debiendo enfrentar la invisibilización originada por una zona de alta convulsión vehicular y peatonal, muy distante de su pacífico e idílica primera ubicación en el parque El Centenario. Aunque la pieza escultorica se percibe para la mayoría como un objeto sagrado de la Bogotá antigua que muchos deseamos conservar, La Rebeca luce ahora solitaria.


Estado de conservación:

Buena (Debido a su cercana restauración 201)


Afectaciones indirectas:

Palomas

Lluvia ácida

Material particulado

Contaminación, polución

Humedad relativa

Cambios de temperatura como heladas y calentamiento global

Afectaciones indirectas

Palomas

Lluvia ácida

Material particulado

Contaminación, polución

Humedad relativa

Cambios de temperatura como heladas y calentamiento global

Afectaciones directas

La obra fue trasladada

Vandalismo


Descripción daños

Es una figura escultórica en mármol que ha sobrevivido por casi cien años, ha sido apostada sobre una fuente por lo que ha permanecido en contacto intermitente con el agua, en algunas ocasiones la fuente permanece seca lo que propicia el acceso a ella, pudiendo recibir daños con pinturas, grafitis, rayones y lo peor, marcadores indelebles.

Fue vandalizada, su nariz le fue arrebatada al parecer de un disparo,Se enfrenta a la polución que le ha causado daños en la superficie, luces, contaminación, material particulado y a palomas.

Aunque se halla ubicada cerca del lugar donde se instaló inicialmente, la obra fue trasladada y el contexto afectado. Al inicio era acompañada por la vegetación del Parque del Centenario ahora luce solitaria en el paso peatonal que divide la avenida. Fue restaurada por el profesor de la Escuela de Talla en Piedra de La Localidad de Los Mártires y marmolero del Cementerio Central, el maestro Teófilo Hernández Varón en el año 2015.

Recomendaciones:

Como conclusión general, las mayores afectaciones directas que sufren los bienes muebles culturales se deben a la falta de apropiación, pertenencia, sensibilización, interés por la conservación de nuestro patrimonio cultural e histórico, por lo que se percibe falta de la creación de herramientas dirigidas al rompimiento de la brecha entre la sociedad y el objeto cultural como ese objeto que es de todos pero que a su vez no le pertenece a nadie.

Se sugiere el desarrollo de una política de preservación y conservación, vinculada con una arqueológica que propenda el desarrollo de herramientas de posicionamiento de la imagen del objeto cultural en diferentes círculos sociales, que se apoyen en organizaciones culturales locales, distritales y la sociedad en general.


Los daños en el funcionamiento de la pileta muchas veces demoran años en ser solucionados. Se sugiere que se establezca un rublo que sea administrado por agentes culturales que no desvirtúen el uso de los mismos, con el fin de mantener la pileta con agua y así aislar permanentemente a la comunidad de la cercanía de la escultura para que tenga menores afectaciones. La pileta maneja un ciclo de agua que permite que esta permanezca más tiempo limpia, retardando gracias al movimiento la formación de moho.



Análisis de afectaciones y sugerido plan de conservación Si es de su interés, puede realizar una revisión al archivo adjunto, donde encontrará la identificación de riesgos y el plan de conservación sugerido para la pieza, junto a la bibliografía usada como apoyo en la creación de este documento investigativo. Las fotografías pueden estar sujetas a derechos de autor.


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