Espejo de Luna. Eduardo Ramírez Villamizar
- gabrielavegamoreno
- 21 may 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 25 may 2022
Textos, fotografías e investigación por Gabriela Vega Moreno.
Febrero - Mayo 2022


Espejo de Luna | © Gabriela Vega Moreno | 2022
Información Técnica
Nombre oficial de la obra: Espejo de Luna
Tipo de obra: Escultura
Función: Artística
Dirección o localización:
Bogotá, D.C., localidad de Chapinero, barrio Chicó Norte, World Trade Center:
calle 100 # 8A-59
Tipo de emplazamiento: Plazoleta de entrada a edificio
Dimensiones de la Obra: 4,13 x 11,30 x 3,96 m
Materiales: Hierro oxidado
Técnica de manufactura: Soldadura eléctrica
**Se asume que es eléctrica por la naturaleza de la técnica, pero este dato no fue posible confirmarlo.
Componentes escultóricos: Láminas de hierro soldadas y oxidadas.
Fecha de elaboración: 1982
Fecha de inauguración: 1990
Sobre la Ubicación
Vista de Espejo de Luna de Eduardo Ramírez Villamizar. Google Maps y Google Street View. https://bit.ly/3xAsl7E
Descripción del lugar donde se ubica la obra
Espejo de Luna se encuentra en la plazoleta frente al edificio del World Trade Center (WTC) en Bogotá, en el año 1990. El edificio se encuentra ubicado en la calle 100 con carrera 9 y fue inaugurado en 1986. Es miembro de la World Trade Centers Association (WTCA) desde entonces y ofrece una amplia gama de servicios en el sector de negocios; busca “fomentar el comercio internacional y posicionar a Bogotá como un destino internacional de negocios” (WTC Bogotá, s.f.). En el complejo del WTC se encuentra la sede de la cadena hotelera antes conocida como Hoteles Royal, que cuenta con 9 hoteles en la capital del país y que en 2015 fue comprada por el Grupo Hotelero NH. Uno de estos hoteles está ubicado al lado del edificio original. Dentro de los servicios que ofrece el WTC, además del hospedaje en uno de los hoteles más exclusivos de la ciudad, se encuentra el alquiler de inmuebles para oficinas, auditorios, salas de conferencias, una amplia gama de restaurantes elegantes, oficinas temporales, espacios de exhibición, entre otros. El edificio es, por lo tanto, la sede de importantes empresas y negocios del país; tiene más de 180 arrendatarios. La escultura de Ramírez Villamizar, entonces, se encuentra en la plazoleta principal del edificio y adorna su fachada frontal. Esta es de libre acceso al público: cualquier peatón que se encuentre por la zona, puede desviar su recorrido del andén y acceder a la plazoleta para admirar la escultura. Alrededor de la plazoleta hay diferentes locales con oferta comercial y gastronómica que permiten una experiencia prolongada, sin necesidad de pertenecer a alguna de las oficinas que alberga el WTC. En su página web, el complejo de negocios promociona la escultura como la actividad cultural para hacer durante la visita al edificio.
Sobre el contexto y el autor
Contexto histórico de la obra:
Esta obra, realizada por Eduardo Ramírez Villamizar en 1981, fue la ganadora del concurso que se llevó a cabo para ser emplazada frente al edificio del World Trade Center (WTC) en Bogotá, en el año 1990.
El artista utiliza las láminas de hierro para emular el reflejo de la luna sobre el agua. El artista trabajaba “temáticas propias del contexto amerindio, donde lo sagrado prehispánico y la naturaleza son sus referentes más importantes. El Espejo de luna hace referencia a los observatorios astronómicos realizados con espejos de agua” (IDPC, 2019: 37).
Aunque, como ya se mencionó, la escultura fue la ganadora del concurso que buscaba una obra para acompañar al importante edificio, en el año 2018 el exalcalde Enrique Peñalosa anunció en su cuenta de Twitter que el World Trade Center habría de adoptar a la escultura Espejo de Luna en el marco del programa “Adopta un Monumento”, para garantizar la continuidad de la protección y cuidado de la obra.
Autor: Eduardo Ramírez Villamizar
Biografía del autor
Ramírez Villamizar es considerado uno de los artistas contemporáneos más importantes de Colombia, Eduardo Ramírez Villamizar nació en Pamplona (Norte de Santander, Colombia), el 23 de agosto de 1922 y falleció en Bogotá el 24 de agosto de 2004. Fue escultor constructivista y pintor abstracto. Entre 1940 y 1943 estudió arquitectura en la Universidad Nacional, aunque abandonó la carrera, pues desde la adolescencia se había manifestado su inclinación por las artes plásticas (Banrepcultural, s.f.). Al dejar la carrera de arquitectura, se dedicó a la pintura expresionista y en París, a donde viajó en 1950, empezó a trabajar arte abstracto. En 1960 se inició en la escultura. Su obra se caracteriza por la presencia de planos, a veces dominada por líneas curvas, otras por rectas, por ambas formas, acopladas de manera diversa. En su composición se evidencia el estudio de las obras precolombinas. Vivió varios años en Nueva York, y en Estados Unidos se encuentran algunas de sus esculturas en espacios públicos; también en museos como el de Bellas Artes de Houston, de Arte de Dallas. Sus obras están inspiradas en la naturaleza, en la arquitectura y en el arte prehispánico. Aunque trabajó en todos los formatos, varias de sus estructuras más reconocidas son de gran tamaño. Sus materiales fueron hierro, madera, plástico, cartón, mármol, acero y aluminio. Fue galardonado con el primer premio del Salón Nacional de Artistas en tres ocasiones —una como pintor y dos como escultor—, representó a Colombia dos veces en la Bienal de Sao Paulo y expuso en los museos Guggenheim y MoMA de Nueva York. Parte de su trabajo se encuentra en el museo que lleva su nombre, ubicado en su ciudad natal. Pero muchas obras están en espacios públicos de varias ciudades del mundo (Bogotá, Medellín, Nueva York, Washington). Sobre ello, el artista dijo en una entrevista publicada en periódico El Tiempo: “Durante mucho tiempo pensé que valía la pena hacer grandes obras, para que se salieran de los museos y de las colecciones particulares para integrarse a la ciudad y al campo y con las cuales la gente pudiera casi interactuar. He tenido la suerte de que muchos de mis proyectos para esculturas monumentales pasaran de maquetas a ser arte de grandes dimensiones” (Ramírez Villamizar en Vidal, 2002). Según el pintor dominicano Fernando Ureña Rib (1951-2013): “Eduardo Ramírez Villamizar eleva la materia a su potencial más alto y multiplica, con admirable plasticidad, las posibilidades visuales de la imagen escultórica. Se trata, sin lugar a dudas, de alegorías que nos refieren al entorno urbano, con impresionante economía de recursos plásticos y con una eficiencia raras veces hallada en la profusa parafernalia, del arte contemporáneo” (Ureña, 2019). De acuerdo con Eduardo Serrano Rueda, crítico, investigador e historiador de arte, al morir Ramírez Villamizar (que se mantuvo activo hasta el fin de sus días) el arte colombiano perdió "a uno de sus más grandes exponentes en la historia; uno de los últimos y únicos artistas que trabajaron dentro de los parámetros del arte sin ningún tipo de concesiones a la anécdota o a la literatura" (Pignalosa, 2004).
Análisis Iconográfico e Iconológico
Análisis iconográfico
La escultura está ubicada en una plazoleta elevada del nivel de la calle, por unos escalones. Esta plazoleta da acceso al edificio del World Trade Center Bogotá. Espejo de Luna está formada por varias láminas de hierro oxidado de gran formato que están ensambladas entre sí, para generar un movimiento curvo, tanto entre ellas de manera individual, como en un todo colectivo. Estas láminas curvas, en conjunto, buscan evocar “los observatorios astronómicos realizados con espejos de agua” (IDPC, 2019: 37).
Las láminas de hierro están sobre bases, también de hierro, atornilladas al suelo. La escultura no cuenta con focos de luz directa, aunque en sus bases sí hay tomas de corriente y algunos cables.
Frente a la obra se encuentra la placa de autoría que detalla la información técnica de la escultura: se lee el título, la técnica, el año de realización y el autor.
Análisis iconológico
Eduardo Ramírez Villamizar tiene la ventaja de ser uno de los escultores más reconocidos de la historia del arte colombiano. Esto fue seguramente un motivo de peso al ser escogido como ganador del concurso que se llevó a cabo para escoger la escultura que acompañaría al edificio del World Trade Center. El artista “encontró en la abstracción geométrica un lenguaje para tratar temáticas propias del contexto amerindio, donde lo sagrado prehispánico y la naturaleza son sus referentes más importantes. El Espejo de luna hace referencia a los observatorios astronómicos realizados con espejos de agua. En este caso, el duro metal se ondula como si fuera el reflejo de la luna sobre el agua” (IDPC, 2019: 37). Parece una sutil crítica hacia el sistema occidental, el hecho de emplazar una obra que evoca de manera tan poética las tradiciones de aquellas personas que habitaron el territorio bogotano antes de que este se convirtiera en el centro urbano que es hoy.
Apropiación social de la obra:
El emplazamiento de la obra en un sitio tan concurrido como lo es este centro de negocios, juega a su favor, pues todos los días es apreciada por decenas de personas que trabajan allí, o que deben visitar el edificio.
Afortunadamente, la placa que identifica la obra es clara, visible y cuenta con la información técnica suficiente para que quien se interese por saber más de la escultura, pueda realizar su propia investigación. Es importante resaltar que la escultura no siempre tuvo esta placa; se encontró información y registro fotográfico de la obra sin placa en años pasados, lo que por supuesto dificultaba su apropiación.
Las formas orgánicas de las láminas de hierro permiten que quien la observe llegue a sus propias conclusiones sobre el significado del Espejo de Luna, aunque por su naturaleza abstracta es necesaria la investigación para poder conocer la analogía que hizo el artista con los observatorios indígenas. Precisamente esta forma de la escultura, así como su gran formato, invitan al público a acercarse a ella, a observarla desde todos sus ángulos y a descubrir todas las formas que pueda tener, dependiendo desde dónde se aprecie.
Conservación y Recomendaciones
Estado de conservación: Bueno
Afectaciones indirectas (Entorno)
La escultura queda en la plazoleta del edificio del World Trade Center, el cual se ubica sobre una vía principal como lo es la calle 100, que tiene un alto tráfico y que además está siendo sometida a diversas obras de reparación y mejoramiento. Lo anterior significa la mayor amenaza de fuerzas físicas directas que pueden ser ocasionadas por la vibración que produce el tránsito de vehículos pesados como camiones o maquinaria de trabajo.
Afectaciones directas (sobre la obra)
Es evidente que el World Trade Center ha cumplido con su tarea pues la obra está en buenas condiciones a nivel general. Al hacer parte del complejo de edificios del World Trade Center, cuenta con su sistema de vigilancia: hay guardias de seguridad que patrullan por la plazoleta y hay cámaras de seguridad a su alrededor. Sin embargo, aún se pueden apreciar rezagos de vandalismo que ha tenido la escultura, pues ha sido rayada en el pasado y a pesar de que se ha limpiado y pulido, por ejemplo se ve la sombra de una esvástica. Es curioso pensar que a pesar de dicho sistema de seguridad que la protege, se pueden apreciar también, en la parte superior de una de las láminas de hierro, un par de huellas de zapatos como si en la noche, la escultura hubiera sido gimnasio de entrenamiento de parkour -resulta difícil pensar que dichas huellas sean producto de algún proceso de conservación-. Debido a la alta pluviosidad de la ciudad de Bogotá, y a pesar de que la escultura está hecha en hierro oxidado, sí se aprecia un poco de corrosión que, evidentemente, es posterior a la creación de la obra y no hace parte de la intención original del autor.
Descripción daños:
Puede haber riesgo de excrementos de aves (que son ácidos y pueden producir corrosión), pues se evidencian varias manchas y excrementos secos sobre las láminas de hierro. A pesar de que la escultura se encuentra en un buen estado de conservación es posible detectar algunas pequeñas evidencias de vandalismo o graffiti que han sido lijadas pero cuya huella permanece en el metal. Además, uno de los paneles frontales de la escultura tiene huellas de zapatos.
Debido a que la humedad relativa de Bogotá es bastante alta (oscila entre el 77 y el 83%), y a pesar de que la escultura está hecha en hierro oxidado, este factor sí es un riesgo para la obra, pues se aprecian en ella algunos efectos de corrosión posterior a su ejecución. La humedad de la ciudad está por encima del índice recomendado por el Instituto Canadiense de Conservación para obras en espacio público y sus efectos pueden hacerse más evidentes en el futuro.
Recomendaciones:
Se recomienda realizar mantenimiento preventivo y limpiezas constantes de la escultura para evitar que se puedan propagar humedades que permitan el ambiente adecuado para la expansión de microorganismos y corrosiones.
Asimismo, realizar un mejor trabajo de restauración del material para que las huellas de vandalismos realizados en el pasado dejen de ser visibles. De igual modo, reforzar la cultura de respeto alrededor de la obra para evitar que la ciudadanía se “trepe” a la escultura y la ensucie con sus zapatos, pues además, este mugre puede contribuir a la corrosión del material.
Espejo de Luna | © Gabriela Vega Moreno | 2022
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